CAPITULO III

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-Te vez fabulosa Annabelle -dijo mi mamá.
era hora de irnos, y no lo puedo negar, había quedado bien. No era de las que me halagaba yo misma, pero creo que seguiré utilizando maquillaje.
-Gracias mamá -Bese su mejilla- volveré al toque de queda.
-También que estas hermosa Abby -sonrío mi mamá- esta vez puedes volver a la media noche.
-Perfecto -dije sarcásticamente.

La fiesta esta animada, y como siempre Isabel no iba con la palabra pequeña.
Hay demasiadas personas, música a todo volumen, chicos guapos y también había licor. No puedo negar que me gusta un poco la cerveza, así que he tomado un vaso de ella.
Estaba mirando a mi alrededor
Y me encontré con la mirada de Abby, que estaba bailando con un chico guapo.
No sé que le pasa, ella no era así.
Había bailado 2 veces esta noche, no me emociona tener que moverme, y sudar alrededor de las personas.
-¿Bailas? -preguntó un chico.
-Gracias, pero no gracias, estoy bien -respondí, no quería bailar.
-Oh, esta bien, me sentaré contigo -se sentó en el puesto de Abby, y me miro intensamente.
-¿Que? -lo mire desafiante.
-Nada, nada -me siguió observando.
-Oye, ¿sabes que? Eso me esta estresando, ¿si bailo contigo me dejas en paz? -puse mi vaso en la barra.
Me extendió la mano y yo la tome.
-Adelante -abrió paso entre la gente.
Me tope con Abby y movió sus cejas de arriba abajo, mal pensando todo.
Volqué los ojos.
-¿Como es tu nombre?
-No me gusta bailar.
-Oh, bonito, aunque un poco largo.
-No es gracioso -respondí- déjame adivinar, el tuyo es... ¿Señor Entrometido?
-Casi -chasqueo su lengua- pero no, mi nombre es Nicolás.
Volqué mis ojos, y di una mirada a la fiesta.
Oh Dios, ese era... ¿Pero como?...
-Para no gustarte bailar lo haces bien -interrumpió mis pensamientos.
-Si, gracias -balbucee mirando aun a esa persona.
-Es la primera vez en la noche que no eres grosera.
-Nos conocemos hace 20 minutos, deja el show por favor -respondí aun atónita.
-Y volvió, rayos, casi y era dulce -bromeo él.
Lo mire mal.
Me separe sin terminar el baile.
Nicolás me tomo de la muñeca y me halo hacia él.
-Espera -dijo- mi intención no era hacerte sentir mal -dijo un poco arrepentido.
Pero la verdad era que yo iba hacia la persona que había visto.
-Lo sé, solo que... Ya vuelvo -me zafe de su agarre y camine-trote hacia la persona.
Toque su hombro por la espalda; el volteo y no me equivoque, era él.
Sin pensarlo pregunte.
-¿Steve?

Contra El Reloj.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora