CAPITULO XV

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-Esta bien -termine de secar mis lagrimas- iré a mi casa -me pare del sillón.
Estaba en una junta para mirar como me había ido en el pasado, al parecer no funciono, mis opciones se acababan, y mis viajes también.
Di media vuelta -Anabelle -hablo Dante y yo me gire- Ya no tienes hogar -sus ojos reflejaban compresión.
-¿y mi mamá? -comenzaría a llorar de nuevo.
-Ella esta bien -hablo rápido para tranquilizarme- solo que tu ya no eres parte de su familia ¿entiendes? -asentí y una lagrima se me escapo.
-¿Y Tyler? -pregunte.
-Esta bien.
-¿Donde me quedare?
-Mi apartamento está disponible -dijo Owen.
Yo asentí, aceptando, no me quedaba de otra.
Al parecer, no podía hablar con Tyler, no se acordaría de mi.

Año 1946, seis días después para Steve, un día para mi.
Esta vez, nos acompañaba Claridad, ella seria de alguna forma de consuelo.
Tocamos la puerta, Claridad nos esperaba en la esquina, y Owen y yo llevaríamos a cabo el plan.
Abrió Steve, y se lanzó a abrazarme.
-Sabia que no me dejarías -dijo.
Me separe, y alce mis mano entrelazada junto a la de Owen.
-Te equivocas -trague duro- vengo a mostrarte lo feliz que soy con mi novio, Owen.
Owen solo observaba.
-Tú, maldito patan -Steve estrujo a Owen.
-¡Steve! -grite- déjalo, él no tiene que ver, acepta que no te amo, nunca te ame, y nunca lo voy hacer.
Tome a Owen y practicante lo arrastre fuera de ahí.
-¡Annabelle! -oí gritar a Steve- ¡No me dejes! -seguí caminado.

Llegamos a donde Claridad, y Owen hablo, por que yo estaba llorando.
-¿Vez a ese hombre, tirado en la mitad de la calle, llorando y gritando? -claridad asintió- Necesita ayuda, ve y ayúdalo, ten buen corazón mujer.

-Tyler ya no existe -dijo Dante.
-¿Que? No, pero hice todo bien -dije, ya era costumbre llorar.
-Espera, tranquilízate, en tú último viaje, solo escóndete, no hables con nadie, cuando vuelvas todo estará bien -dijo Dante- tiempo al tiempo Anabelle.

Estaba aquí, en la plaza de no sé qué año, viendo a las personas pasar, esperando que sea tiempo de ir al presente y que todo este bien.

-Dante, ¿funciono o no funciono? -estaba desesperada.
-Annabelle...
Abrieron la puerta y entro Bethany.
-Felicitaciones, lo lograste -dijo ella feliz y me abrazo.
Podía ser lo mas raro, pero la alegría me inundaba.
-Así es Annabelle -se rió Dante- lo lograste -él también me abrazo.
-También me merezco un abrazo -entro Owen.
Y al también lo abrace.

-Cariño, no sé que pastel hacer -dijo mi mamá.
Y después de 4 años, este era mi mayor problema, ¿qué sabor de pastel escoger?
Mi relación con Tyler, iba mejorando cada vez más.
Ahora controlo mis sueños, y viajo junto a los chicos.
Bethany se metió en mi mismo problema, y esa había sido mi mas reciente misión.
Todo había mejorado, todo era perfecto.
Nunca volví a ver a Steve, pero Dante me hablaba de él.
Estaba bien, casado y con hijos, como debe de ser.

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