Un Gran Cambio.

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Jaune Arc pensó que moriría

De hecho casi muere.

¿Fue cosa del destino? ¿Un golpe de suerte? ¿Algo sobre el lore que tenía que leer en la descripción de una espada legendaria clavada en una piedra?

No lo sabía, solo podía recordar como en su camino hacia Vale, el Grimm más extraño que jamás vió se abalanzó sobre él.

Era un Beowolf, pero no uno normal, era del tamaño de un alfa, tenía numerosos picos verdes fosforescente en su espalda y la saliva que caía de su boca era igual de verde y brillante, asquerosa.

Tan asquerosa como cuando lo mordió.

En un principio trato de luchar, peleo por su supervivencia con cada gramo de fuerza en su cuerpo, reteniendo al monstruo con su escudo y tratando de herirlo con su espada, Crocea Mors.

Pero todo pegó un giro horrible cuando sintió como las fauces de la bestia se clavaba en su hombro izquierdo.

El dolor fue abrumador, todo su ser quería retorcerse de dolor, cada uno de sus pensamientos era correr, llorar, rogar piedad.

Pero fue su instinto el que lo salvó, un instinto primitivo, tan antiguo como el humano mismo, impulsado por la primitiva emoción de la ira, matar para vivir.

Entonces, con unas mandíbulas monstruosas en su hombros y su brazo derecho libre.

Jaune clavó su espada en el condenado craneo del monstruo...

El peso que antes lo aplastaba se volvió peso muerte, la presión en su hombro que podría haberle arrancado el brazo paró.

Jaune quedó tendido en el suelo, con un pesado cadáver de Beowulf desvaneciendose sobre él...

Y una hemorragia que drenaba su sangre por su hombro herido.

Allí en la suciedad del suelo de un bosque abandonado por la mano de Oum, tras recibir el ataque de un extraño Grimm...Jaune Arc iba a morir.

-lo siento...-. susurró cuando el recuerdo de su familia vino a su mente.

Su madre, su padre, sus hermanas...todos ellos...no los volvería a ver...

-tenías razón papá...fui un tonto...-. poco a poco el cansancio y el frío se acentuaron en él, llevándolo a un sueño profundo...-lo siento mucho... mamá...chicas...lo...sien...to...-.

Y finalmente los ojos de Jaune Arc se cerraron...

El viento frío sopló por el claro del bosque dónde el cuerpo de un joven rubio yacía inerte...

A la luz de la luna rota...algo se movió.

Algo se retorció, algo crujió...

-bruegh!-. Un liquido negro como el alquitrán fue expulsado por la boca del chico.

Todo su cuerpo comenzó a convulsionar, se agitaba y sus cabeza se retorcía.

Su cabello rubio, amarillo y brillante como el oro se tiñó de el negro más opaco.

Su piel que usualmente presentaba un tenue bronceado se tornó de un pálido enfermizo.

Apéndices comenzaron a brotar, en su cabeza crecieron extensiones de carne, nuevos músculos delgados pero agudos que de cubrieron de pelaje negro, los caninos del chico crecieron volviendose más gruesos y afilados al igual que sus uñas se afilaron y ganaron un notorio grosor, el cuerpo se giró.

Algo en su espalda crujió y se rasgó, entonces una extensión de huesos que rápidamente se cubrió de carne y pelaje conformó una cola canina de color negro.

Un Arc con Pocas PulgasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora