Un Arc con Pocas Pulgas

¡No Hay una Historia Trágica de Fondo!

-solo digo que el mareo por movimiento es un problema más común de lo que se cree-. Aclaró Jaune con incomodidad, y un poco nervioso ya que luchaba con que sus piernas no se movieran solas para alejarlo de su actual compañía. -¡Jack! ¡Ya para!-.

-¡Ayuda! ¡Un maricón suicida me tiene secuestrado contra mi voluntad! ¡Me ha puesto a merced de un monstruo asesino! ¡Voy a morir! ¡Saquenme de aquí!-.

-¡Es solo una chica!-.

-¡Esa chamaca fue tocada por el Chamuco! ¡Salió emwalichada de la re santificada concha de su madre!-.

-¡¿Qué demonios significa eso?!-. El ojo izquierdo de Jaune se contrajo.

-lo siento lo siento, Vomit Boy fue lo primero que se me vino a la mente-. Ruby habló tratando de apaciguar el asunto.

-bueno, el nombre es Jaune Arc, corto, dulce, sale de la lengua, a las chicas les encanta-. El rubio guiñó un ojo tratando de verse confiado, pero podría decirse que se vió gracioso ya que Ruby se rió.

-pff, hahahaha, ¿En serio?-.

-b-bueno, algo así, espero que lo hagan-. Las orejas caninas de Jaune bajaron un poco mientras el se rascaba la nuca apenado.

-bueno, Jaune, soy Ruby, Ruby Rose, y es un placer conocerte-. Se presentó la pelirroja con una sonrisa.

-lo mismo puedo decir, Crater Face-.

-¡Hey! ¡Ya me disculpé por lo de Vomit Boy!-. Se quejó ella inflando las mejillas.

-adorable-. El rubio Arc sonrió. -bueno, tenía que ponernos a mano-.

-¡Ha! Entonces se te quedará el apodo-. Ella se cruzó de brazos mostrandose ofendida para luego lo miró de reojo. -¿Por qué me ayudaste ahí atrás?-.

-¿Por qué no? Parecía que necesitabas ayuda, además, mi madre solía decirme que los extraños son amigos que aun no conoces, o algo así-.

-¡Maldigo los terribles consejos de mamá!-.

-¿entonces eso nos hace amigos?-. Preguntó una animada Ruby, la reacción de Jaune fue que sus orejas se sacudieron y dio una gran sonrisa.

-¡NO!-.

-¡Seguro que si!-. Finalmente afirmó contra las protestas de su yo interno, alegrandose de haber hecho una amiga en su primer día, sus orejas reflejaban su alegría y cierta pelirroja no se perdió eso.

-que lindas...-. susurró Ruby mirando las orejas de lobo agitarse suavemente, resultando casi hipnóticas para ella.

-ehhh ¿Ruby?-

-¡Hm! ¡No estaba viendo tus orejas!-.

-¿Eh?-. Jaune parpadeó.

-¡Lo siento! Yo...bueno...-. los ojos plateados de la chica se movieron nerviosamente de un lado a otro hasta volver a su fuente de interés.

-ohhh, ¿te refieres a estas?-. Jaune apuntó hacia su cabeza con una sonrisa divertida. -se ven algo extrañas verdad? Hehe, la verdad aun no me acostumbro a tenerlas, pero no tengo problema con que mires-. El sonrió. -al menos no me llamarás fenómeno-.

-¿E-en serio? Es que... se ven muy lindas y esponjosas-. La pelirroja se sonrojó levemente.

-eso...no sonó para nada extraño-. A Jaune se le cayó una gota de sudor. -¿Quieres intentar tocarlas?-.

-¡ABSOLUTAMENTE NO!-.

-¡Si! D-digo...claro! Si me lo permites-.

-adelante, no hay problema-. Jaune inclinó levemente la cabeza, la pequeña mano de Ruby se extendió y sus dedos pudieron sentir el suave pelaje y textura del apéndice animal.