Capítulo 𝟚

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𝑬𝒍 𝒂𝒕𝒂𝒒𝒖𝒆

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𝑬𝒍 𝒂𝒕𝒂𝒒𝒖𝒆


Harry se levantó para cerrar la puerta.

- ¿Creéis que está dormido?— Preguntó él, mirando al hombre que llevaba una chaqueta marrón.

- ¿Por qué lo dices?— Respondí su pregunta con otra.

- Porque tengo que contaros algo. — Finalizó nuestro diálogo, cerrando la puerta.

Todos lo miramos mientras se sentaba en su sitio correspondiente, a mi lado.

Nos contó todo sobre Sirius Black y lo que había hecho. Black. Tenía mi apellido. Esto me dejó pensando unos minutos. ¿Cómo podía yo tener el mismo apellido que él? ¿Esto nos convertía en familia?

No lo entendía muy bien. Un escalofrío recorrió mi médula, y noté como la boca me empezaba a temblar.

- Si él se llama Sirius Black, — empecé a decir — y yo Iris Malfoy Black... — Todos me miraron. — Esto quiere decir que somos... que somos familia. Soy familia de Sirius BLACK.

Y dicho esto los miré a todos. Los ojos de Ron parecían que se iban a salir de las órbitas, al igual que los de Harry. En cambio, Hermione tenía una expresión confusa, como si estuviera repasando mi árbol genealógico mentalmente.

- Puede ser. — Hermione tenía la vista clavada en un punto fijo. — No hay muchas familias que se llamen así y, por lo que dicen, tanto él como tú sois sangre pura. Por lo tanto, hay muchas probabilidades.

Noté como se me cortó el aliento en cuestión de segundos. No podía creer que un miembro de mi familia hubiera asesinado a los padres de Harry. Una ola de impotencia se abalanzó sobre mí.

La persona que estaba sentada a mi lado puso su mano encima de mi hombro. Su calidez era agradable, pero los nervios me consumían. No podía ser, no. En el fondo sabía la verdad, pero no quería creerla. No quería aceptarlo.

De un momento a otro, todo se volvió frío, y la sensación cálida desapareció casi al instante. El agua que había en la botella quedó congelada, y los cristales de la ventana empañados, donde no se podía ver el exterior con claridad. Ron intentó averiguar qué había frenado la máquina de vapor, pero solo pudo ver sombras oscuras que flotaban alrededor del tren.

Todo quedó en silencio. Un silencio que no se parecía nada al del coche, uno que no quería volver a experimentar nunca.

De repente, una figura flotante, que supuse que era la que Ron vio, quedó parada en frente de la puerta corrediza. Llevaba una capucha negra, que hacía imposible reconocer su cara, si es que tenía. Dejó visible una mano con unos dedos tan largos que parecían casi irreales. La puerta se abrió en un sonido agudo, difícil de oír. Medio cuerpo de la figura quedó dentro del compartimento, mientras que la otra mitad se encontraba a afuera.

𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐 [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora