Capítulo 𝟝

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𝑩𝒖𝒄𝒌𝒃𝒆𝒂𝒌

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𝑩𝒖𝒄𝒌𝒃𝒆𝒂𝒌


Teníamos la impresión de que íbamos a llegar tarde a la clase de cuidado de criaturas mágicas. Ron y Hermione ya debían ser allí, con lo puntual que era ella siempre... Con Harry nos apresuramos a bajar las escaleras tan rápido como pudimos. Faltaban menos de tres minutos para que el profesor empezara la explicación.

Atravesamos el patio principal corriendo. Él iba bastante más rápido, así que me cogió la mano para que pudiera seguir su ritmo. Sentí que el estómago me daba un salto al notar el cálido tacto de su mano en la mía.

Al llegar a la cabaña de Hagrid no había nadie. Al girarnos, vimos algunos alumnos de Slytherin ir hacia el bosque prohibido, así que decidimos seguirlos.

El bosque me recordaba a mi yo interior. ¿Por qué a veces era tan bonito y relajante, pero otras era peligroso y oscuro? Este año aún no tuve tiempo de ir a visitarlo, pero estaba segura de que más adelante encontraría un momento para hacerlo. Sabía perfectamente que su entrada estaba prohibida, como dice su nombre, pero mientras no me encontraran allí, ¿qué daño causaba?

La luz del sol se filtraba por las copas de los gigantescos árboles que rodeaban el lugar donde se daría la clase. Era increíble lo que la luz podía provocar a la vista de un ser humano: tantos colores, tantas sombras...

La expresión de mi amiga cambió al vernos llegar. Se veía realmente preocupada. Al acercarnos, nos pegó con el libro en el brazo, tanto a mi acompañante como a mí.

Me quejé, y miré a Ron en busca de respuestas. Su cara era inexpresiva.

- Me teníais muy preocupada. — Y realmente lo parecía. — Me pensaba que os había pasado algo grave. Hasta Ron se preocupó.

Miré al mencionado, que a duras penas podía contenerse las ganas de reír.

- Espero que no lo volváis a hacer, nunca más. — Dejé ir un bufido.

- Sí, mamá. — Sabía que decir esto la molestaría, porque puso los ojos en blanco.

Harry no decía nada. Estaba totalmente callado, al igual que su amigo. A veces me preguntaba si Hermione era una madre atrapada en el cuerpo de una adolescente. Solo habían pasado dos minutos de la hora acordada, no era plan de ponernos paranoicos.

- Bueno, ahora que lo pienso bien, estas clases con Hagrid pueden ser muy divertidas. — Era increíble como Hermione podía cambiar de tema en menos de un segundo.

No puedo criticarla, porque yo también lo hago. No tan frecuentemente, pero lo hago.

Oí a Draco reír con sus amigos, cuando repentinamente dijo:

- Oh, sí, terriblemente graciosos. ¡Muy ingeniosos! Dios, este lugar se ha ido a los perros, ¡espera a que mi padre se entere de que Dumbeldore tienen a este zoquete enseñando!

𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐 [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora