Los ojos de Ren estaban tan abiertos, que sus acompañantes aseguraban que en cualquier momento saldrían volando.
Frente al jashinista había una pila de documentos, con información bastante detallada y exacta, cortesía del mejor espía de la ciudad.
-No… esto tiene que ser una maldita broma- dijo el mayor apretando los papeles hasta arrugarlos.
-Lo siento, yo nunca me equivoco- se escuchó una voz en frente de él.
Con mucho coraje, Ren dejó caer su puño sobre la hermosa mesa de madera, haciendo que las tazas que reposaban sobre esta, derramaran algo de café.
-¿¡CÓMO ES POSIBLE QUE NO PUDIERAS ENCONTRARLE ALGO MALO A ESOS MALDITOS PAGANOS DE MIERDA!, ¡NO SIRVES PARA NADA, LAGARTIJA IDIOTA!-
Las personas que estaban alrededor de ellos se asustaron, ya que no esperaban ese tipo de comportamiento y menos en un restaurante familiar.
Takeo avergonzado por la escena pidió disculpas a los demás clientes que trataban de disfrutar sus alimentos.
-Wow, wow, wow, tranquilo galán, no es mi culpa que tus hijos se hayan fijado en hombres responsables y rectos- dijo Black para después darle un sorbo a su bebida.
Ren volvió a tomar los papeles con la esperanza de encontrar algo pero todo estaba en orden.
-Creeme hasta yo me sorprendí, es la primera vez que lidio con sujetos así, no tienen multas de tránsito, todas sus cuentas están pagadas, historial crediticio impecable y descubrí que en secreto han estado donando dinero a fundaciones para chicos que no tienen recursos suficientes para alcanzar sus sueños, me imagino que tus bebés los inspiraron- comentó el hombre con tatuajes de dragón.
Al oír eso, el creyente se llevó algunas hojas a la boca y a modo de berrinche comenzó a destruirlas usando únicamente sus dientes.
El florista soltó un gran suspiro para luego ponerle un alto al dramático padre.
-Ren, ¿que no esto es algo bueno?, dime, ¿te hubiera gustado saber que tus hijos eran infelices en una relación tóxica y abusiva?, que sus parejas los mimen tanto y sean mejores hombres gracias a ellos, el algo por lo que deberías de festejar, no maldecir- dijo Takeo con firmeza sorprendiendo a su mejor amigo y dejando al masoquista sin palabras.
Y era cierto, a estas alturas estaba agradecido de que sus pequeños estuvieran en buenas manos, ya que la triste realidad es que él no sería eterno, pero aún así su orgullo y amor paternal le gritaba que no podía ser superado por dos sujetos amantes del dinero.
De mala gana Ren escupió la información, haciendo que los menores soltaran una pequeña risita de triunfo.
-Oh, siguiendo con el tema, te trajimos esto- de una bolsa de papel, el chico de lentes sacó una caja de cartón con un bellos listón plateado. En el interior había varias galletas caseras en forma de estrellas, corazones y caritas felices.
-Nuestras hijas hornearon esto en clase y decidimos traerte una parte- aclaró Black con una sonrisa.
Al momento que las papilas del creyente hicieron contacto con el postre, este quedó más que encantado.
-¡Están deliciosas, sus niñas tienen un gran talento!- dijo Ren con alegría, haciendo que los padres se sintieran orgullosos.
-Si, tener princesas es lo mejor del mundo- le aseguró Takeo.
-No podía imaginar algo mejor- dijo el espía dándole la razón a su amigo.
Mientras comía, el creyente aprovechó para dar su sincera opinión.
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Ren "El corazón de un demonio"
FanfictionEstá es la segunda parte de la historia de Ren. Contiene Yaoi (chico x chico)