Proceso ¬ 국민·

6

Pov Jimin:

¿No creen que a veces la vida es cruel? Porque para mí siempre lo fue.

Mentiría si no dijera que me acerqué a Jungkook con un propósito oculto, pero mentiría más si no dijera que al poco tiempo me enamoré de él.

Solo quería cuidarlo, que cuando le explicara él me entendería, que me amaría, pero... definitivamente no pasó eso, y a veces pierdo la esperanza de que en algún momento llegue al menos a tenerme cariño o que vuelva aquel sentimiento por mí. Aunque, nuevamente, mi sentido de protección hacia él y todas las personas que me rodean, es muchísimo más mayor.

Me dolería verle con alguien más... pero si todo sale bien, lo juro por dios, que me haré a un lado.

Dejé a un lado los papeles que sostenía en mis manos, los pensamientos a veces me llevaban a otra realidad, haciendo que deje de lado todos mis deberes y no podía hacer eso, debo concentrarme, tengo gente que cuidar.

—Hey, hermano —se cerró la puerta detrás de Yoongi, quien inmediatamente capturó mi atención—.

—¿Qué pasa?

—El equipamento está completo para los chicos, repartí y administré todo en la bóveda.

Asentí con la cabeza, volviendo mi atención a aquellos papeles que se encontraban en la mesa, ¿qué faltaba...? No recuerdo. No pude continuar con aquellos pensamientos porque Yoongi golpeó la mesa con fuerza, haciendo que diera un salto en mi propio asiento, devolviéndole luego una mirada de puro enojo.

—¿Qué te hizo la mesa para que la golpearas, animal?

—¿Entonces te ofreces tú para el próximo golpe? —murmuró Yoongi mientras elevaba su puño derecho en tanto me miraba con una de sus cejas alzadas, así que solo atiné a elevar mis manos en son de rendición— ¿Qué demonios te pasa? ¿Acaso se trata de algún chico con nariz grande que curiosamente conozco?

—Grande otra cosa —bufé tomando nuevamente los papeles de aquella mesa, releyendo y dándome cuenta de que todo estaba bien, el que estaba mal soy yo— todo está listo Yoongi, y yo... bueno, solo pensaba si él va a perdonarme algún día, ¿o solo albergo estúpidas esperanzas, hermano?

Yoongi se cruza de brazos mientras me dirige una mirada burlona, y una pequeña sonrisa en sus labios.

Bienvenidos al circo, con ustedes, el mayor payaso de todos: Park Jimin.

—Si que te pegó duro el mocoso ese, ¿no? —ruedo los ojos en respuesta— Lo hará, te perdonará, ¿sabes por qué? Porque lo estás protegiendo de alguien, y cuando sepa toda la verdad de seguro volará a tus brazos.

Eso es absurdo, Jungkook no haría eso aunque lo apun... ¿Saben qué? No dije nada.

—Están entrenando vamos a verlos, quizás así se te vaya la cara de sufrido.

Me levanto de aquel sillón y rodeo la mesa hasta poder llegar a la puerta de aquella oficina, abriéndola para luego ser seguido de Yoongi. Estiro mis brazos en el aire y los doblo por detrás de mi cabeza en tanto voy mirando a la gente haciendo limpieza, un minuto después ya estamos en el campo de entrenamiento viendo a Jin con Namjoon, Taehyung con Hoseok y Jungkook... 

—¿Quién mierda es esa mujer que está junto con Jungkook?

—¿Olvidaste a la que trae los armamentos, y acotando, con quien te acostaste?

Suelto un pequeño gruñido en respuesta. Es Jennie, la maldita zorra de Jennie, quien con una sola mirada ya te tiene bajo su estúpido hechizo, estúpida Jennie y sus ojos encantadores que fueron los que me atraparon.

Doy zancadas hasta llegar a ellos, aplastando sin ningún remordimiento aquellas hierbas y flores pequeñas que iban creciendo, ¿qué? No es mi culpa, ¿quién les manda a crecer en un campo de entrenamiento? Nadie, exacto. Ni bien estoy cerca tomo la mano de Jennie, que justamente estaba dirigiéndose hacia la mejilla de mi amado Jungkook.

—No lo toques, Jennie.

—Mi adorado Jimin... ¿Qué pasa? ¿Celoso de que toque a alguien más? Tranquilo, mis tetas son solo tuyas... en lo que dures en la cama, claro, luego soy libre.

—Estás loca, solo fue una vez...

—¿Una vez? Claro, si venir cada fin de semana es solo una vez para ti, te lo admito.

—¿Son pareja?

Mierda, olvidé la presencia de Jungkook.

—No, solo nos acostábamos los fines de semanas. Pero eso fue hace un año, inesperadamente un día no se le paró y...

—Mucha información, Jennie, calla la puta boca —fruncí el ceño en dirección a ella mientras soltaba bruscamente su muñeca— Nunca fuimos pareja, Jungkook, no lo malpienses.

Visualice un atisbo de enojo en sus ojos, pero inmediatamente se esfumó como llegó, reemplazándolo con burla en dirección mía.

—Lo que hagas con tu vida no es de mi incumbencia, Park.

Y así de rápido como la oración se acabó, él se esfumó. Veo su silueta alejarse y llegar donde sus amigos, por lo que inmediatamente volteo donde Jennie, con mi expresión completamente seria.

—De ahora en adelante solo entrarás a entregar el cargamento e inmediatamente te retirarás de aquí, tienes prohibida la entrada para otra cosa más.

—Pero Jimin...

Elevo mi mano en dirección de los guardias que se encontraban cerca, los cuales se acercaron con rapidez y se colocaron detrás de mi ajena.

—Sabes muy bien que no quiero nada con Jungkook, Jimin.

—Pero no sé si él, así que por ahora será así —rodó sus ojos, para luego soltar una pequeña risita— ya sabes, no es nada...

—¿Personal? Ésto es más que personal, pero lo entenderé por ahora. Hasta luego bombón.

Y se fue sin hacer algún escándalo, lo cuál se me hace raro, Jennie es... bueno, muy dramática.

—¿Todo bien? —es Yoongi— Los demás se fueron, ¿Sabes? Jungkook tenía una cara que... no sé, como si hubiera pisada caca.

—Ajá.

—Pero ya sabes, de esas que no se salen por más que...

—¡Ya entendí! —volteo hacia él justo cuando alzaba sus manos— toda la culpa la tiene Jennie.

—¿Y sus tetas? —elevo una de las cejas— No te hagas bien que te gustaban, pero entiendo, supongo que Jennie no controló su boquita de caramelo.

Asiento con la cabeza en lo que camino en dirección del interior de la mansión mientras mi hermano me acompaña.

—Tranquilo, mañana será un día diferente una desgracia nueva vendrá y así Jungkook olvidará ésta situación.

¿Para qué enemigos? Mi mayor hater está a mi lado ya.