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Busan, Corea del Sur

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Busan, Corea del Sur

Pov Jungkook:

Debo cerrar la boca, sí, debo hacer eso.

Ah, y dejar de creer en las mentiras de este tipo.

—Sí Park, ándale.

Su rostro serio, se descompone con un suspiro.

—Si no me vas a creer, ¿Por qué demonios me lo preguntas?

—Porque pensé que no mentirías, y que te sincerarías.

—¿Y?

—Me equivoqué, como siempre.

—Exacto.

—Bien.    

Silencio, sí, eso es lo único que hay en esta oficina. Alguien traiga una tijera por favor, quizás así se corte este ambiente tan tenso.

—Entonces... —empieza Park—.

—¿Uhm? —le respondo, mientras miro su rostro—.

—Dime qué es lo que quieres, quizás no sea tan tonto —me da una sonrisa—.

Puta sonrisa, puta y jodida sonrisa. Todo comenzó con esa maldita sonrisa.

—Quería... bueno —doy un suspiro, no vine aquí por las puras— quiero que nos dejes descansar más tiempo, y tener días libres. Con todo el jodido entrenamiento que tenemos, no puedo descansar nada, ni jugar mis videojuegos.

—¿Así? ¿En serio?

—¡Por supuesto! —elevo mis brazos hacia el aire— ¿Sabes qué es un pecado no dejarme jugar?

—¿Lo es?

—¡Claro que sí! —me cruzo de brazos— ¿Sabes cuánto pecado te estás cargando? Osea, es un pecado grandísimo.

—Por fin mantenemos una conversación civilizada, sin nada de discusiones, ¿No lo crees?

—Ah, sí.

—Bien, entonces, ¿Eso es lo que deseas, verdad?

—Por supuesto, Jin y Taehyung también.

—Vale, puedes retirarte.

¿Qué?

Inhala, exhala, Jungkook. Eso, tranquilízate. No te dejes llevar por tus impulsos.

—¿Me estás echando?

—¿Ahora no escuchas?

—No vine aquí por las puras, Park —me acerco a su mesa y golpeo en ella con mi mano abierta— quiero una jodida respuesta en este momento.

Proceso ¬ 국민·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora