Felicidad

3

Eso no es lo que ella quería. Había terminado con los hombres... o eso decía. Hizo una broma sobre el deseo de ser lesbiana y lo fácil que sería su vida. No me importaban esas bromas.

Cambió de tema y me preguntó por el bebé al que había apodado Manta. Ya tenía varios meses y estaba muy orgullosa de él. Le pregunté si quería conocerlo. Ella se tensó y sacudió la cabeza.

"¿Quién es la madre?"

"No sé."

"¿En serio?" Parecía estar burlándose de mí. Le expliqué los arreglos que había hecho y ella pareció desaprobarlo.

"Nunca puedes hacer las cosas de la manera normal, ¿verdad?"

Me sentí enojado. ¡Cómo se atreve! “Si recuerdas, tenía muchas ganas de… una vez…”

“Ah, sí…” Las lágrimas llenaron sus ojos y apartó la mirada. Su teléfono celular sonó, ella tomó la llamada y luego puso alguna excusa para irse. Me quedé solo en la cafetería, mirando mi café frío.

****

A veces me preguntaba si debería cambiar mi segundo nombre por estúpido. O crédulo. O ingenuo. Todos ellos encajarían muy bien. Porque nunca parecía aprender. A pesar de todas las traiciones, los engaños, las mentiras, el robo de dinero, todavía confiaba en la gente y eso iba a ser mi perdición.

De alguna manera me obligaron a permitir que un periodista me siguiera y me entrevistara durante varios meses, obteniendo información detallada sobre mi vida. Quería mostrarle al mundo que era normal, probar de una vez por todas que no era ese bicho raro que todos veían en mí.

Me explotó en la cara. Nunca había tenido un plan tan horriblemente contraproducente. Me senté en mi sala de estar, mirando horrorizado el producto terminado. Usted podría haber oído caer un alfiler. El programa saldría al aire mañana por la noche y entonces yo sería el hazmerreír del mundo.

Llamé a mis abogados y a todo mi equipo de trabajo y nadie pudo evitar que este tren descarrilara. Esta pesadilla era imparable. Simplemente tendría que vivirlo, envolverme en piel de rinoceronte y simplemente sonreír y soportarlo.

¿Cómo pueden ser tan retorcidas mis palabras? ¿Cómo algo tan inocente y puro podría convertirse en algo peligroso, lascivo y repugnante?

Y yo era incapaz de detenerlo. Todo lo que podía hacer era ver cómo mi vida se rompía en un millón de pedazos.

No sabía cómo hacer frente, cómo superar esto. Sabía que tenía que hacerlo... si no por mí, entonces por mis hijos...

❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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