Cabría decir que estar en la calle exponía a la reportera a una oleada de vistas prefijas en él y su acompañante. Puesto que estaba ante un auténtico hombre histórico en la tierra. El hecho tenía que ser resguardado en otro lugar. Y así, entonces, pusieron rumbo hacia una oficina de su editorial. Ahí, donde los ojos fascinados y curiosos de otros no estorbasen, se hizo una entrevista especial por parte de Lois Lane, la nueva promesa editorial y de las noticias frescas. Aunque ya había sido resonada por su cubrimiento a las consecuencias de la guerra de Afganistán y su entrevista con Anthony Stark, ganándose una buena fama, esta mujer tenía una proeza que la alzaría más arriba que otra conocida en poco tiempo.
-...y así concluyen las preguntas de hoy, que pase buen día señor.
-Igualmente señorita Lane.
El sonido del botón de la grabadora chasqueó claro en la habitación cerrada donde estaban. Lo único visible era el cielo a través del vidrio y la resonancia de los rascacielos erguidos hacia dirección contraria al suelo. El cuarto había sido solo llenado con sus voces, ahora almacenados en una confiable y pequeña guardadora de voces, para posteriormente ser transcritas por la periodista.
-Muchas gracias por su tiempo.
-De nada, espero con esto darme a conocer mejor para que entiendan mis motivaciones.
-Jeje, sé a qué se refiere, las personas temen a lo nuevo, y usted ha dado una nueva vuelta a toda concepción nuestra. Por algo soy periodista señor....eh, disculpe, aún no sé como dirigirme a usted.
-No se culpe, no necesita llamarme por ningún nombre, solo soy un ciudadano ayudando.
-Sí...- dijo la mujer con un "sí" algo alargado, notándose la intención de añadir algo- Pero no puede no tener un nombre, ¿tiene uno realmente, no?
-Claro, pero no es necesario que lo diga, y prefiero quedarme así. Las personas que menos sepan quién soy estarán seguros.
-¿Seguros?
-Sí, bueno, no sé, eso pienso yo.
-Ya veo, pero en sí eso no quita que no sepamos cómo dirigirnos a usted. Las personas necesitan un nombre para...identificarse, ¿sabe?, algo sin nombre resulta...vacío.
-Pues...no sé que decirle- ciertamente, Clark no tenía que atinar a decir. Su intención era socorrer y prestar fuerzas, ¿pero acaso la ausencia de un nombre ayudaba a generar más desconfianza a su figura?. Fue un borrón en las lupas de las cámaras mucho tiempo, así que ahora su rostro revela su semejanza humana...pero parecía que debía dar un paso más. Un pensamiento más en su día debía resolverse.
-No pasa nada, si es necesario, el pueblo le dará aquello que le falta- agregó Lois Lane.
-Es muy amable conmigo, le agradezco su ayuda.
-Es lo menos que puedo hacer hacia usted, al fin y al cabo, me salvó la vida.
-Eso solo fue mi deber, yo...
-No, no me refiero a lo del coche.
-¿? ¿a qué se refiere?- cayó en la curiosidad de la mujer, cautivando sus oídos.
-Hace un año y pico, recuerdo estar en el centro de la ciudad por navidad, cuando un helicóptero chocó contra un lateral del edifico por su piloto mal bebido. Vi como el helicóptero, con el piloto en pánico, descendía apresuradamente, a lo cual pensé en mi fin inevitablemente con aquella cosa en mi cabeza. ¿Sabe qué pasó? esa cosa se estrelló hacia un lado de mí en un gran estanque del parque, milagrosamente su curso cambió y su tripulante aterrizó salvo a salvo. Muchos medios lo vieron como un milagro, otros como suerte, la radio lo asoció a los extraterrestres...y veo que yo tuve vinculación con la última, porque solo un ser vivo podría haber tenido tanta precisión como para moverlo directamente a un estanque mediano de tal modo que no se hiriese su conductor, justo a unos metros encima nuestro. Ya se conocía el rumor de un supuesto arrebato neblinoso en fotos, a los cuales vi con escepticismo hasta aquel día. Solo puedo decirle gracias por ello.
ESTÁS LEYENDO
Superman: El complot de Lex Luthor.
FanfictionHa pasado más de un año y medio desde que Clark salió a la luz para ayudar a otros, pero no ha podido revelarse como tal. No tiene un nombre, no tiene rostro, solo es una mancha. Los pocos que conocen su existencia le desprecian, entre los que está...