Parte V - Árbol de Navidad

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Después de haber elegido finalmente el regalo de su pequeña, Sara estaba mucho más tranquila de poder darle algo de su parte a Gaby. Sabía que el regalo de Franco, conociéndolo, sería más que suficiente, pero también quería tener la oportunidad de tomar la iniciativa en esto de los regalos, ya que casi siempre Franco solía adelantarse en comprar mil cosas, no solo para Gaby, sino para cualquier Reyes-Elizondo que tuviera un día especial en su vida. Si por algo destacaba Franco era por la forma en la que consentía a todos aquellos a los que amaba.

También escogió finalmente la pulsera para Franco con el grabado de "incondicional", pero aún necesitaba pensar algún regalo para Andrés, aunque eso lo haría más adelante en compañía de su marido.

En la familia Reyes - Elizondo, las navidades eran motivo de muchas celebraciones. Las 3 haciendas se llenaban de luz, color y música, pero sobre todo, mucho amor. Los días más especiales, sobre todo 25 de diciembre y 6 de enero, aprovechaban para llenar con regalos a los pequeños de la casa, aunque también a los no tan pequeños. Todo esto se mantuvo así hasta que la pequeña del clan, Gaby, cumplió 3 años. Así lo decidió el menor de los hermanos Reyes.

El día 25 de diciembre era el cumpleaños de su pequeña, y junto a él, toda la familia acordó que ese día sería motivo del cumpleaños de la princesa de la familia, de tal forma que todos los regalos navideños quedarían para darse el día 6 de enero. Franco tuvo que usar gran parte de su imaginación y poder de convicción para que sus sobrinos, sobre todo los mellizos, aceptasen tal condición. A ver cómo le explicas a unos niños que Santa Claus va a dejar de visitar tu casa. "El 6 de enero es el día de reyes, por eso es el día que a los Reyes nos traen nuestros regalos". Los niños quedaron totalmente fascinados al ser reyes iguales que sus mismísimas majestades de Oriente.

Cuando Sara llegó de vuelta a la hacienda sabía que no estaba sola. Sus pequeños y Franco estaban de vuelta.

¡Papá ayúdame que no llego! - se oía decir a Gaby desde fuera de la casa.

Hola chicos, ya estoy en casa - exclamó Sara.

Hola mamá, estamos montando el árbol con papá, ¿nos ayudas? - preguntó Andrés con entusiasmo.

Claro que sí hijo - le respondió Sara.

Solo falta la estrella mamá, ¿te gusta como lo estamos dejando? - preguntó la pequeña de casa.

¡Me encanta! Pero y la estrella...¿dónde está? - preguntó Sara.

El árbol que habían escogido era muy alto, con verde pino adornado con virutas blancas que simulaban la nieve. Los adornos no destacaban precisamente por su sencillez y mucho menos los colores de las luces que lo rodeaban. Tomando detalle de todo el árbol, Sara se percató de un adorno que salía un poco de lo tradicional; se agachó a mirarlo, y era un adorno en forma de casa a modo de portarretrato que tenía la misma foto que había elegido Sara para el colgante de su hija: era la primera foto que se tomaron cuando Franco regresó.

La he elegido yo mamá, es mi foto favorita - exclamó Gaby mientras se abrazaba a la pierna de su padre.

Lo sé mi amor - respondió Sara sabiendo que su elección había sido más que acertada.

Papá yo creo que es justo que mamá ponga la estrella ya que nosotros montamos el resto del árbol, ¿qué te parece? - propuso el primogénito de ambos.

Me parece totalmente acertado hijo mío - respondió Franco.

¿Pero dónde está? - preguntó Sara intrigada.

Franco sacó de una bolsa típica navideña una caja adornada y se la entregó a su esposa para que la abriera.

Toma, aquí está - dijo Franco.

Sara abrió la caja y en el interior vio un envoltorio que supuso que escondía la estrella, pero justo encima había una nota: "Esta no la tires por favor, te prometo que no me iré, tú amor, F". Sara soltó una carcajada al instante,  la cual Franco acompañó con una risa burlona al mirarla.

Ábrela - dijo Franco.

Sara empezó a retirar todo el envoltorio de la estrella, lo cual le tomó su tiempo. Hasta tres capas de papel la envolvían. Ya empezamos - pensó; pues Franco era el rey de las sorpresas y por supuesto hacía "sufrir de la intriga" a todos aquellos a los que les hacía cualquier tipo de detalle, hasta de lo más simple.

Cuando por fin se pudo librar del envoltorio, Sara pudo observar la estrella, era preciosa, de luces blancas y un material muy fino. Dentro de la zona central tenía 4 luces que brillaban con más fuerza. Y por detrás, al igual que la estrella que tiro...otro grabado: "Juntos para siempre"

Franco... es.... - empezó a decir Sara.

¿Te gusta? - preguntó Franco intrigado.

Es perfecta. Me encanta - dijo Sara con los ojos vidriosos.

Las 4 luces más brillantes nos representan a nosotros. Siempre estaremos juntos. Te amo - aseguró Franco. Os amo, dijo con fuerza mientras abrazaba con un brazo a su mujer y con el otro a sus dos hijos.

Yo más - respondió Sara abrazándolos con fuerza.

****

A la mañana siguiente, Franco fue el primero en despertarse. Sentía una emoción tremenda al saber que podía celebrar por fin el cumpleaños de su hija junto a ella.

Le dio un beso a Sara sin que casi ella se percatase y se dirigió a la habitación de Gaby.

¿Quién es la cumpleañera más bonita del mundo? - preguntó Franco entrando a la habitación de su hija.

Pero papá, dijo Gaby frotándose los ojos con las manos y bostezando, pero si mi cumpleaños es mañana.

Ya lo sé - pero esta noche empieza tu celebración señorita, ¿no estás emocionada? - preguntó Franco.

Si papá, pero tengo mucho sueño, ¿por qué no duermes conmigo un rato como hacías antes? - preguntó Gaby con cara de niña buena.

Vaaaale, pero luego me ayudas a despertar a tu madre, se le han pegado las sábanas - le pidió Franco; a lo que Gaby asintió.

Como 1 hora después, Sara se levantó por el sonido del despertador, y al buscar a Franco con su brazo no lo encontró. Ya sabía que habría ido a buscar a Gaby como de costumbre en cada cumpleaños. Franco siempre se emocionaba con los cumpleaños de sus familiares. Le encantaba dar fiestas para ellos y llenarlos de regalos. El Franco de siempre había vuelto, de eso no cabía la menor duda, y eso no podía hacer más feliz a Sara.

Y allí se los encontró a ambos, durmiendo abrazados y mientras sonreía pensó que no habría imagen más bonita que aquella.

Se acercó a Franco en silencio para despertarlo con un tierno beso.

Amor, te has quedado durmiendo - le dijo Sara susurrando.

Yo no estoy durmiendo - respondió Franco refunfuñando.

Claro que no, solo cerrabas los ojos - dijo Sara riendo. Voy a preparar el desayuno, Irene está de vacaciones con su familia ya, ¿vale? Os espero abajo en un rato. Voy a ir despertando a Andrés.

Los cuatro desayunaron juntos mientras hablaban de los preparativos de la cena que tendrían esa noche con toda la familia. Franco siempre haciendo que su hija intentase adivinar los regalos y Sara intentando callarlo para que no se le escapara ningún detalle.

¿Qué le has comprado al final? - preguntó Franco a Sara en una oportunidad en la que ni Gaby ni Andrés los escuchaban.

¡Oye señor! Tú no me dices el tuyo, yo no te digo el mío, es sorpresa - dijo Sara.

Ahhhh, ¿con que todo sorpresa no? - preguntó Franco mientras reía.

Tranquilo amor, que no vamos a coincidir. O eso me prometiste hace varios días - dejó caer Sara. Esta noche lo descubrirás.

"PRIMERA NAVIDAD EN CUATRO AÑOS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora