Parte IV - Grabados

550 37 8
                                    

El día de Navidad se acercaba y Sara aún no había pensado en ningún regalo para el cumpleaños de su pequeña, pues había confiado en lo que Franco había comprado para ella. Aún así, quería tener algo que fuera de su parte.

Franco amor, ¿no me vas a decir lo que le compraste a Gaby? - preguntó Sara.

Te dije que era sorpresa, ¿no te fías de mi? - respondió Franco.

Dos Reyes juntos preparando algo... - dijo Sara inclinando la cabeza hacia un lado.

Confía en mi, por favor - dijo Franco riendo pensando en lo que Óscar tenía preparado y nadie esperaba.

Lo hago...pero yo también quiero comprarle algo. No quiero que mañana le llevemos el mismo regalo - replicó Sara siendo un tanto curiosa.

Te prometo...dijo Franco mientras cogía sus manos y las besaba...que no vamos a coincidir en el regalo.

No se si relajarme o asustarme señorito - dijo Sara riendo.

¿Oye tendremos que poner el árbol no? Mañana es 24 de diciembre ya - pensó Franco cambiando de tema. Lo busqué ayer donde siempre y no lo vi.

Sara agachó la cabeza...no tenemos amor. El año pasado lo tiré - confesó Sara.

¿El que yo compré hace 5 años? - preguntó Franco.

Sí. Tuve un mal momento. Todo me recordaba a ti. La Navidad mucho más, pues el último día que te vi fue el maldito 20 de diciembre de hace 4 años. El año pasado cuando montamos el árbol y ayudé a Andrés a poner la estrella recordé el grabado que mandaste a hacer y lo leí.

Franco recordaba perfectamente aquel grabado que mandó hacer hace 5 años cuando Andrés apenas tenía 6 años y Gaby estaba a punto de cumplir 3. "La estrella de mi vida sois vosotros, F". Firmando con "F" el grabado a modo de recuerdo de cuando mandaba flores a Sara para que nadie pudiera saber su nombre verdadero.

Su propio recuerdo se clavó como un puñal en su pecho.

Sara...- empezó a decir Franco.

Shhh - le contestó Sara poniéndole un dedo en los labios. No digas nada. Perdóname, ¿sí?

¿Yo a ti? ¿Se puede saber qué hice en otra vida para tener tanta suerte en esta? - preguntó Franco sin esperar respuesta.

Quererme - respondió Sara dándole un beso tierno. Estos 4 años nos han dado recuerdos horribles, pero también nos permitirán crear otros nuevos juntos.

Siempre - contestó Franco siguiéndole el beso junto a un abrazo.

Pues veamos señorita Elizondo; sin árbol no hay Navidad y me niego. Ahora mismo me llevo a Gaby y Andrés de compras navideñas, así podrás ir a por el regalo de nuestra hija. ¡Ah! Se te vaya a ocurrir llamar a Óscar para preguntarle sobre el mío que lo veo capaz de decírtelo.

Te prometo que no - dijo Sara riendo.

Nos vemos luego amor - dijo Franco dándole un beso en la mejilla.

Franco se llevó a sus hijos de compras. Sara, conociendo a Franco, sabía que iba a tener tiempo de sobra para comprar el regalo de Gaby, pues su marido los llevaría a comprar, a parte del árbol, mil adornos y demás cosas típicas navideñas...quizá algún regalo para ella, incluso para ellos mismos; además de llevarlos a merendar cualquier postre o chocolate. Sara pensó en advertirle de no darle tanto dulce a los niños, pero era Navidad y que sus hijos pudieran disfrutar de su padre era su mejor regalo.

El hecho de haber recordado con Franco el grabado de la estrella, le dio la idea para el regalo de su hija: un colgante de plata con un grabado. Sara no tenía pensado regalarle a Gaby juguetes, pues sabía de sobra que sus tíos, sobre todo Óscar, iban a consentirla con miles de ellos. Quería que su regalo fuera único y especial.

Cuando llegó a la joyería le enseñaron múltiples opciones, aunque ninguna le convencía del todo. Sara quería que el regalo fuera de ella pero representara a toda su familia, pues también quería que Franco y Andrés se sintieran partícipes.

Finalmente, con la ayuda de la dependienta, se decidió por un colgante que al abrirlo tuviera una pequeña foto de los cuatro, eligiendo la primera que se tomaron tras el regreso de Franco, pues Gaby se vería tal y como estaba actualmente físicamente y también simbolizaría el regreso de su padre. Además, a la tapa que cubría la foto, que estaba bañada en plata, le grabó una frase. Fue difícil la elección, pues quería que tuviera relación con algún hobbie de su hija; así que pensó que estaría bien poner una frase en otro idioma, pues Gaby mostró desde hace unos años curiosidad y entusiasmo por otras culturas y diferentes lenguas, entre ellas su favorita, el francés. "Plus que ma propre vie" fue la frase escogida por Sara, pues así quería a su pequeña, más que a su propia vida, y estaba segura que así lo hacían su padre y su hermano.

Sara pensó que también sería buena idea regalarle algo grabado a Franco, pues se había sentido culpable después de haber tirado el árbol el año anterior, incluyendo la estrella que con tanto cariño les regaló. Se decidió por una pulsera, aunque lo más difícil fue escoger lo que grabarle, por lo que le pidió a la dependienta dar una vuelta para pensar bien el qué.

Para tener algo de inspiración, mientras daba una pequeña vuelta para decidirse, Sara se puso algo de música a través de sus auriculares Bluetooth - agradeciendo tenerlos a mano en ese momento.

La primera en reproducirse fue "Disfruto" de Carla Morrison, una de sus favoritas, aunque desde que se fue Franco le costaba oír, ahora se veía preparada para ello.

Iba caminando mientras buscaba entre todos sus bonitos recuerdos algo especial que poder grabarle a Franco en la pulsera...cuando la canción acabó, pudo oír como alguien la llamaba...se giró para ver quien era...Rosario - otra vez, pensó, no puede ser.

¿Qué tal Sara? - dijo Rosario.

Bien, ¿tú? Parece que le estás tomando gusto a esto de ver a mi familia - respondió Sara en tono desafiante.

¿Lo dices por Franco? - dijo Rosario.

Lo digo por todos - respondió Sara.

No entiendo como has podido volver con él habiendo estado fuera tanto tiempo, como puedes confiar en él. Seguro que habrá estado con otras mujeres y te da igual. Te desconozco Sara Elizondo, comentó la "cantante esa del bar", como Sara la llamaba a veces.

No se si habrá tenido muchas mujeres, pero tú no has sido ninguna de ellas. No sabes porque he vuelto con él, sin embargo te cambiarías por mi con los ojos cerrados, ¿o me equivoco? - expuso Sara.

Mira Sara, bastante tengo con aguantar que me quitaras al amor de mi vida. Como yo le quiero jamás podrás quererlo, ¿entiendes? Adiós, y feliz navidad.

Y en ese momento Sara entendió todo. Claro que jamás iba a querer a Franco como Rosario lo hacía. Sara lo amaba, quería lo mejor para él, estuviera o no con ella, pero quería acompañarlo siempre, en lo bueno y en lo malo. Pasase lo que pasase. Porque su amor era..."incondicional".

Grabado elegido...pensó.

"PRIMERA NAVIDAD EN CUATRO AÑOS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora