Era posible que alguien de veinte años no haya tenido una sola pareja hasta ahora, ¿sí? ¿Era descabellado? No, pero en un mundo donde las almas gemelas eran encontradas a diario no era sencillo encontrar una relación. Había tenido citas, había dormido con varias personas pero nada era serio, nada era real. Nada era su alma gemela.
Él quería sentir aquellas mariposas que todos comentaban, el destello automático al ver a esa persona a los ojos, saber que todo estará bien porque estaría junto a tí el resto de tu vida y nada más importaba.
Pero las cosas no jugaban a su favor. Espero dos años a que saliera, cada año en su cumpleaños anhelaba despertar con su frase pero era una vez más una ilusión.
-Hola -se acercó a él un chico en la famosa "fiesta de la victoria" del equipo de fútbol del campus. -¿Eres Iván, no?
-Si, soy yo -Iván sonrió, esperaba que al menos fuera un buen sujeto. Hasta ahora no había preguntado acerca de-
-¿Hey, eres al que no le salió su frase? -habló muy pronto. -Ja, te quedarás sólo de por vida -rió burlándose. -Oigan amigos miren es Iván Buhajeruk el imbécil sin alma gemela. -señaló burlándose sobre la música, casi todos voltearon, algunos rieron, otros lo miraron con desaprobación por tal broma, pero Iván solo oía las risas hasta que logró salir de la casa.
Llegó a su departamento después de haber corrido y se tumbó sobre la cama llorando contra la mullida almohada con forro verde oliva. Sollozaba pesadamente porque estaba cansado.
Cansado de las miradas curiosas y las de lástima de las preguntas directas y las preguntas mal intencionadas. De seguro no era la primera ni la última persona sin aquella estúpida frase ni la estúpida alma gemela. De seguro moriría solo también.
Con los ojos rojos e hinchados se levantó hacia el baño mojando su cara. Bajo la mirada de su reflejo en el espejo a su muñeca y comenzó a tallarla con fuerza, tallaba como si su vida dependiera de ello, la veía roja y casi sangrante pero no había nada que lo detuviera.
Ni el ardor ni la racionalidad. Su dolor emocional era más que el físico. Se detuvo cuando la primera gota grande de sangre cayó. Se tumbó en el suelo del baño hundiendo la cabeza entre las rodillas. Todas esas frases, las preguntas, las miradas, todas calcinaban su cerebro.
-¿Ivancito? -preguntó esa voz lentamente entrando a su habitación oscura. Se sentó a su costado tomando su quijada levantando la mirada de Iván.
-Andy -exclamó ahogado Iván abrazando a su mejor amiga y roomie, la chica con cabello rosa había sido de aquellas personas que se acercó apenas llegó, y gracias a quien fuera, ella no preguntó acerca de nada más que la tarea, se habían mudado juntos para el segundo semestre cuando era suficiente tiempo para llamarse mejores amigos.
-Oh, mi pequeño gigante -lo abrazó fuertemente, la chica tenía pinta ruda pero era un total amor cuando de sus amigos se trataban -¿Quién fue él o la maldita? Cortaré sus bolas o sus tetas y las clavaré en la pared de la sala. - declaró molesta acariciando su cabello.
Iván rió agradeciendo tener una amiga como Andy e inclusive como Matt, el cincuenta por ciento del tiempo no sabía lo que ocurría pero era un buen amigo. No suplantaban a sus amigos de la infancia pero le brindaban un hombro en el que llorar y un chiste del cual reír, lo defendían de las burlas y contestaban preguntas estúpidas hacia él.
Y él estaba más que agradecido.
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𝗴𝗿𝗲𝗲𝗻 › 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇 (✓)
Short Story𝗚𝗥𝗘𝗘𝗡 ──En un mundo donde la frase de tu alma gemela aparece en tu muñeca el día en el que cumples 18. Iván se ha vuelto 'el chico sin marca' del pintoresco Santo Tomé. [ rodrivan. AU ] #5 rodrivan | June 24, 2022 ㅤㅤadaptación realizada ㅤㅤpor...