Doce

566 110 21
                                    

El sonido de los pasos en el pasillo frente a mi puerta es mi despertador cada mañana. Aprieto los ojos con más fuerza, luego me rindo y los abro contra el sol de la mañana. Anoche no cerré las cortinas porque cuando Off...

Oh, no.

Me levanto de golpe y me vuelvo hacia el hombre sexy que se extiende a mi lado. Tiene las manos metidas detrás de la cabeza y su sonrisa se amplía cuando ve que estoy despierto.

—¿Sabes que roncas?

—¿Qué haces todavía aquí?

Me ignora.

—Tampoco es un ronquido bonito. Sonabas como un cerdo. Y no como un cerdito, sino como una de esas grandes mamás.

Entrecierro los ojos.

—Gracias por esa información, pero ¿No crees que deberías haberte ido ya?

—Sí, hace horas. Pero me desperté cinco minutos antes que tú y ya oía a la gente ahí fuera. De alguna manera no pensé que quisieras que tus hermanos me vieran hacer el paseo de la vergüenza desde tu habitación.

Me encogí.

—No puedo creer que nos hayamos quedado dormidos.

—Yo sí puedo. Estabas todo calentito y mimoso.

Le lanzo otra mirada.

—Esto no es divertido.

—No dije que lo fuera. Pero ninguna cantidad de pánico rebobinará el tiempo, así que, eh.

—¿Eh? —Le lanzo una almohada—. Es fácil estar tranquilo sobre esto cuando no estamos en tu casa. A diferencia de ti, yo soy nuevo aquí. Intento hacer amigos, no condenarlos al ostracismo.

—Has empezado con buen pie. Puedo decir con total confianza que anoche estuviste muy amigable.

Se me escapa una risa.

—De alguna manera no creo que pueda usar esas habilidades con mis hermanos.

—Y ¿Oab? —Hay algo en su tono que me hace dudar.

—¿Qué pasa con él?

—Crees que te ha estado invitando a salir; suena exactamente como el tipo de negocio amistoso que le gustaría.

Sí, ciertamente estoy detectando el tono.

—Posiblemente. Supongo que esperaré y veré.

No me lo esperaba cuando me rodea la cintura con un brazo cálido y me tira de nuevo a la cama. Se coloca medio encima de mí, presionándome contra el colchón, y me derrito.

—El pobre Oab va a tener que lidiar con ser el segundo. Cada vez que esté cerca de él, va a ser todo "Off es más divertido que tú, Off es mucho más interesante que tú, Off tiene grandes músculos y una polla monstruosa y chupa la polla mejor que tú..."

—¿Debería preocuparme que sepas que tanto tú como Oab chupan la polla y que de alguna manera hayas conseguido comparar a los dos?

Se encoge de hombros.

—Estaría dispuesto a apostar dinero. Tengo buenos instintos.

—Me aseguraré de informar, entonces.

Un músculo de su mandíbula se tensa, pero rápidamente lo cubre.

—Bueno, como ahora no puedo escabullirme, parece que nuestra única noche se ha convertido en toda una noche y un día, así que... —Se mueve para que su erección presione la mía—. Tendré que asegurarme de que no te quede ninguna duda de quién es más hábil para hacer que te corras.

Chicos de fraternidad #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora