Solía ser un hombre "común" que trabajaba en una empresa de aduanera, solo era un simple programador cuya única función era vigilar que todo funcionara bien y mantener todo en orden.
Digo solía pues ahora ya no, después de que apareciera en mi puert...
"Despierte por favor despierte{asustado y apurado}".(Niño)
Abrí mis cansados ojos por culpa de una voz infantil resonando en mi oído y el ser sacudido constantemente también ayudo, mire a mi alrededor confundido, esta no es mi casa, me gire para mirar al niño, mi boca casi se cae, un semihumano lobo con orejas y cola incluida aun no dejaba de sacudirme.
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Me le quede mirando sin comprender, el me devolvió la mirada con confusion en su voz, deje de mirarle y me levante de la cama en la que me encontraba, mire mi ropa y era genuinamente ropa que solo un sacerdote del medievo usaría.
"Niño, ¿Dónde estoy?{confundido}".(Draco)
"Orfanato de la Ciudad Fortaleza de Arnuvyn{serio}, yo y mis amigos{señalando a otros 4 niños en la habitación}, lo trajimos aquí cuando lo encontramos tirado cerca de aquí".(Niño 1)
"Ya veo{todavía algo confundido y buscando algo en lo que mirar mi cara}".(Yo)
Los niños como si entendieran algo, trajeron con dificultad una gran maza, un relicario, una pistola junto a un paquete de cargadores y un paquete de Shuriken, esperen un momento no son estas las armas básicas que tenia mi personaje Draco Lucis, de forma inconsciente tome de la mano de los niños las cosas y me las equipe con gran facilidad como si lo hubiese hecho toda mi vida, me sorprendió esto y aun mas cuando levante como si nada la pesada maza, me gire para ver a los niños.
"Gracias pequeños pero ahora me podríais traer agua para lavarme la cara{en tono tranquilo}".(Draco)
Uno de los niños salió corriendo fuera de la habitación y volvió solo un minuto después con una palangana de agua entre sus brazos, me la entrego y por reflejo acaricie su cabecita con una mano mientras tomaba la palangana con la otra, quite mi mano de su cabeza y puse la palangana cerca de una ventana que había en la habitación, mire mi reflejo y me quede en shock, orejas puntiagudas cortas, ojos verde brillante como si fueran esmeraldas, cabello negro largo y recogido en una cola de caballo, rostro guapo y varonil, incluso cuando sonreí mi sonrisa no parecía la de un sociópata loco, maldita sea que guapo soy ahora.
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