Quizá en otro universo.

Estas seguro de desearlo?

Samuel se rindió, por esa noche dejó de joderse la mente pensando en que su amor esta feliz sin siquiera responder la ultima conversación de hace ya mas de un mes. Era ese numero personal donde ambos tenían la foto de "Cenando con".

En verdad, él ya no quería aceptar aquella sensación cuando la relación se acaba, aunque es claro que hace mucho pero mucho tiempo esto había finalizado, solo que Samuel estaba en negación.

Entonces miró al cielo pidiendo no pensar mas en Willy.

...

...

...

                                     Siete estrella, un deseo.

La brisa cálida golpea el rostro de Samuel, es 31 de agosto 2006.

-Chiqui... -Samuel empezó a llamar a Kira, algo se sentía diferente. Pensó el castaño al ver la luz apenas entrar por su ventana.

-A quien llamas? -Su madre abrió la puerta.

Samuel se vio a sí mismo por un par de segundos frente a frente, pero sin tener la misma edad se sentía como cunado estas frente al espejo. 

-Mamá? -Samuel se puso de pie notando su habitación  distinta, bueno distinta no como tal diríamos que igual pero no como la noche anterior, mas bien como hace demasiadas noches atrás.

-Que ocurre? Anda despierta que el desayuno ya va a estar y tu amigo viene por ti. -La señora cerró la puerta.

-Que ocurre? -Se volvió a preguntar el ahora  menor.

Narra Samuel.

Recordé todo lo de la noche anterior, como si aún esto fuese posible.

Tomé el extraño móvil mirando la fecha, ultimo día agosto del 2006.

fui al baño, la cara lucia distinta, aunque reconocía que así me veía a los 16, sentía mas vitalidad pero también esa curiosidad constante de la adolescencia. Había olvidado este cosquilleo por los pensamientos al despertar luego de estos sueños que lograban confundirme.

Luego de ponerme el uniforme tuve que ver lo limitado que es internet en este año, tomé desayuno a tiempo luego que tocaron la puerta y mis padres estaban casi listos para salir a trabajar.

-Deja que abro. -Papá se acercaría a la puerta con las llaves.

-Buen día. -Era él, era Herny. En serio que he olvidado lo genial que era tenerte de amigo, pero también estaba empezando a recordar que lo empecé a ver de otra forma y por no lastimar la amistad luego de la graduación dejé de hablarle.

-Herny... -Debo decir que la forma en la que salió decir su nombre sería nostálgica.

Titubee, esto estaba siendo complejo.

Tomé las llaves y fuimos a la puerta para despedirme de mis padres.

Algunos pensamientos estaban presentes, eran esos que no me han dejado dormir en este tiempo, sabía que la loca idea de tener algo con Herny seguía en pie pese que por muchos años me convencí que eso de habernos besado a los once años debía de quedar en solo un beso de niños.

En mi cabeza estaba presente como palpito latente esto de tener algo con él, Willy se estaba escapando de mi cabeza. Todo estaba siendo confuso.

-Te pasa algo? Luces distraído. -Él mencionaría al darme un caramelo acido, su sonrisa majestuosa y su voz distinta a la mía. He olvidado tanto de él y eso me dolía pues pese a haberlo dejado con su vida en paz él siempre mostró ser una gran persona.