Xiao Zhan pestañeó adormecido, desde hace mucho que la luz que atravesaba su ventana y rebotaba en su rostro, no le molestaba tanto como aquella tarde. No sabía que hora era, ni cuánto tiempo llevaba dormido, sólo podía pensar en las cosas que habían pasado los últimos meses y como estuvo a punto de morir de no ser por sus amigos. Suspiró apretando su almohada y observó su reloj empotrado en la pared, pero gruñó al recordar que no tenía batería.
De seguro ya pasaban de las tres, lo que significaba que se habría perdió la hora de almuerzo, y el sonido de su estómago era prueba de ello.
Se removió entre las sábanas y acarició despacio el brazo que permanecía sobre su cintura, envolviendolo en un abrazo. Al cabo de un rato, Xiao Zhan frunció el ceño al reaccionar, y giró su rostro encontrándose con el de Wang Yibo dormido junto a él.
—¿Pero qué? —saltó sorprendido
Wang Yibo abrió los ojos despacio y los frotó con su muñeca antes de apartarse y sentarse sobre el colchón.
—¿En qué momento entraste a mi habitación? Espera, ese no es el problema —lo señaló —¿Que rayos haces en mi habitación? Descarado, y encima estabas en mi cama. Responde acosador
—¿Acosador? —le dió una mirada afilada—. Por si se te olvida, tú entraste en mis sueños, te metiste a mi habitación y me sedujiste
—Eso...eso era ...eso era diferente —trató de hablar aún cuando sus mejillas estaban ardiendo—. Era un sueño...y yo no te quise seducir, solo quería hablar y tú te me lánzate encima
—Diferentes puntos de vista, si así quieres describir lo que pasó —alzó ambos hombros para restarle importancia y añadió—. Pero creo que ya pasamos la etapa de fingir que no hay nada entre nosotros. Aunque fuera un sueño, hicimos muchas cosas...
—¡Tú! —retrocedió sonrojado
—Me gustas, y lo sabes —dijo Wang Yibo sujetándolo de las mejillas—. Me has gustado desde hace mucho tiempo, pero tenía miedo de salir al mundo real y alejarme del sólo verte de lejos como si fueras irreal...creer que podría perderte fue terrible, y pasar esas noches contigo fue extraordinario...tal vez sea demasiado rápido, pero yo quiero estar contigo...no necesitas dar una respuesta ahora, esperaré...yo ...
Antes de que el castaño pudiera terminar de hablar, Xiao Zhan saltó sobre él y lo besó en los labios, cayendo sobre el colchón.
—Me gustas... —sonrió el mayor besándolo otra vez—. Me gustas mucho Wang Yibo, y quiero estar contigo
—Entonces aceptas que eres mío, y no pienses en que te dejaré ir —sonrió de lado y apretó su cintura
—Pero el que me gustes... —se sentó a horcajadas sobre él—no significa que te perdonara por haber leído mi diario sin mi consentimiento... Así que estarás castigado, además de que debemos poner algunos límites
—¿Castigado? —acarició más abajo de sus caderas —. ¿Por qué esa palabra es tal sexi al salir de tus labios?
—Primero —apretó los labios del castaño usando sus dedos—. No puedes meterte a mi habitación sin permiso, y mucho menos a mi cama
—Le dije a tu madre que era tu novio y me creyó, después de todo lo que pasamos juntos...y como tenía que salir me quedé cuidándote...pero me dormí...
—Segundo, no leas mi diario, es personal...
—¿Y tercero?
—¿Por qué piensas que hay un tercero?
