Isaac, parte 2
Mis palabras la dejaron sin habla, su respiración es algo irregular, me gusta este efecto que tengo en ella.
- Dime arcoiris ¿Porque estás aquí? - Veo el momento exacto en que su expresión se endurece y todas la barreras que en algún momento llegue a bajar son alzadas de nuevo.
- Si te lo digo, tienes que prometerme que no volverás a este club. - Admito que no me esperaba esa respuesta de su parte.
- Sabes, no estoy tan desesperado por saber el motivo por el que estás aquí, así que respetaré el hecho de que no me quieras decir. - al principio me ve incrédula y luego se hecha a reír y tengo esa sensación de que no es la primera vez que la escucho y ese sonido viniendo de ella me transmite una sensación de felicidad que no he sentido en mucho tiempo.
- Eres realmente increíble, me fastidias para que te diga la verdad y cuando te doy la opción de saber lo ignoras con tal de seguir viniendo, no lo entiendo estoy segura de que hay clubes mucho mejores que este.
- Pero en ninguno de esos clubes estás tu, y yo solo quiero verte a ti.
- ¿Porque tienes tanto interés en mí?
- Si te dijera que es porque tengo la sensación de que te conozco de toda la vida aunque en realidad sólo nos hallamos visto pocas veces me creerías - Su expresión se suaviza y sus ojos tienen un brillo que no logro desifrar.
- Te diría que eso es lo más estúpido que me han dicho, pero la verdad es que contigo tengo la misma sensación. - No se si es por sus palabras o el hecho de que ella sienta lo mismo que yo lo que hace que me incliné y la bese, al principio está sorprendida pero después me corresponde al beso y es asombroso como si al fin después de tanto tiempo volviéramos estar así lo cual no podría ser ya que este es nuestro primer beso pero con ella todo es como si ya lo hubiese vivido.
La tomo del cuello para profundizar el beso y mi lengua entra en acción acariciando la suya, lleva sus manos alrededor de mi y me acerca más a ella, el beso es salvaje y a la vez pausado como si ningúno de los dos quisiera que terminara, nos movemos en sincronía y es como si ambos supiéramos como nos gusta ser besado y todocado, son tan fuertes las sensaciones que me veo a mi mismo parando el beso, tanto por lo abrumador que fue como por la falta de aire.
Tiene los labios hinchados y está sonrojada, no podría verse más hermosa, debo de estar todavía en un estado de idiotez por ella por qué no hago nada más que verla apartame y luego salir del cuarto donde estamos.
***
Después que reaccione salí del club pero ya se había ido, así que tomé mi auto y conduje por la ciudad y luego llegué aquí, al sofá del departamento el cual está al frente de un espejo de cuerpo entero que ocupa la pared.
Me tomo el último trago de brandy y después dejo que mi cuerpo se relaje lo más que pueda para proceder a relajar la mente, soy consciente de cómo entro en un sueño profundo que me arrastra hasta los confines de mi mente.
Estoy en un lugar que se parece mucho a un cuarto común, tiene una cama, una mesa y una ventana que en realidad no muestra nada, voy a la silla que está enfrente de la cama y observó al cuerpo tan igual al mío que duerme profundamente.
- Iván es hora de despertar. - Lo veo moverse y luego se incorporará y ve a su alrededor, su cuerpo se tensa al instante dándose cuenta de donde está. - ¿Lograste descansar mientras yo no estaba Hermano?
Se sienta en la cama con los pies hacia afuera dándome la cara, quiere aparentar calma pero lo conozco lo suficiente para saber que está de todo menos calmado.
- No te di el poder de tomar el cuerpo, ¿Como lo hiciste?
- Tengo mis trucos. - Me encojo de hombros de manera despreocupada, el me mira y yo le regreso la mirada, ese azul que podría ser gris o incluso negro me miran con un rencor que yo considero realmente estúpido e innecesario.
- Quiero el control otra vez.
- Tranquilo Iván te lo daré, mi intención no es quitarte poder solo quería que vieras que yo también puedo hacer uso del cuerpo cuando quiera y que no te sirven de nada las pastillitas que tomas todas las noches. - Se levanta y camina por la habitación, su mano izquierda no deja de temblar, señal de que está perdiendo la paciencia.
- ¿Que hiciste mientras estuviste en el cuerpo?
- Nada en especial. - Por alguna razón no quiero que sepa del beso con Temis, aunque si ellos se ven y el actúa como si no hubiera pasado nada entre ellos quedaré como un idiota pero aún así no quiero que el sepa.
- Bueno, espero que estés cómodo porque haré lo posible para que no vuelvas a salir de esta habitación. - No le respondo solo sonrió y rudo los ojos, es tan ingenuo de su parte que aún piense que puede hacer algo para encerrarme en la oscuridad para siempre.
Tarde o temprano todos los secretos salen a luz y nada permanece en la oscuridad para siempre.
***
Estoy otra vez en esa mansión, es enorme estoy seguro de que nunca antes estuve aquí pero la conozco bien, se que en la parte de arriba están los cuartos, los baños y una biblioteca enorme y en la parte abajo está la cocina y las áreas comunes, también se que hay un establo en la parte de atrás que tienen muchos caballos. No comprendo como se todo lo referente a este lugar.
En la cocina se encuchan voces así que voy hacia allá, en ella se encuentran una joven que está de espaldas y una mujer mayor algo regordeta, está última me sonríe con ternura y mi interior se llena de calidez, no sé cómo explicar lo que siento hacía ella ya que podría decir que es una desconocida aunque no lo sienta así.
La joven que me da la espalda voltea y la reconozco, es Temis solo que está versión de ella tiene el cabello más largo y sus expresiones no son iguales, Temis es algo altanera, segura de si misma y no se deja intimidar, esta chica se ve que es tímida desde que se dió cuenta de mi presencia no ha hecho más que evadir mi mirada.
La señora en algún momento dejo la cocina no sabría decir a dónde fue así que aprovecho la oportunidad y voy hacia ella, me ve acercarme y retrocede quedando atrapada entre la mesa y mi cuerpo, yo realmente no soy totalmente consciente de lo que estoy haciendo es más como si fuera un espectador en vez del protagonista, pero a comparación de como me siento cuando Iván controla el cuerpo está vez si siento como si fuera yo mismo y no otra persona, si, lo sé, ni yo mismo me entiendo en esté momento.
Le toco el rostro y ella se relaja, me da una sonrisa tímida pero encantadora siento como si mi corazón fuera a explotar no deja de latir como loco, lleva sus manos a mi rostro y junta nuestras frentes la dicha y felicidad que siento en este momento es algo que no he experimentado nunca pero por alguna razón también siento que ella no está bien, que está triste y eso hace que yo también lo esté.
- Dime arcoiris ¿Que está mal?
- Richard...- No termina la frase ya que alguien se aclara la garganta de forma muy ruidosa, ambos volteamos y en la entrada de la cocina donde antes me encontraba yo está Iván, aunque no estoy muy seguro de que este sea el mismo Iván, en el momento en que lo ve se separa de mi y toma una distancia prudente lo cual me sorprende y duele a partes iguales.
-¿ Acaso estoy interrumpido algo? - Su tono es de enfado total. Estoy por responderle que si, que efectivamente estaba interrumpido algo, pero esta Temis se acerca un poco más a él y hace que el solo la vea a ella.
- Nada, no estaba interrumpiendo nada Señor Rían. - Sin más que decir le pasa por un lado y sale de la cocina. El Iván - Rían me ve y yo le devuelvo la mirada, es como si estuviéramos teniendo una batalla y tengo el presentimiento que está no será la única a la que nos enfrentemos en esté mundo tan extraño, ni en el real.
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Ocultos en la Oscuridad
RomanceUna Historia de vidas pasadas, un Hilo rojo, reencuentros, secretos ocultos y verdades por descubrir...