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Acababa de atender a un chico de alrededor 17 años. Le habían dado en uno de los tiroteos subterráneos y había tenido que quitar la bala y coser, a si que me habían dicho que me fuese a la puerta porque un coche se dirigía aquí con un chico herido, me habían dicho que estaba inconsciente, a si que no sabía con lo que me iba a encontrar.
Cuando escuché el motor del coche me levanté de un salto y me preparé mentalmente para lo que venía, la guerra había terminado pero habían demasiados heridos, por eso no me había ido a casa. Entraron por la puerta principal con el chico en una camilla, y todos juntos miraron a la única persona en la sala, que era yo.
-A la habitación 03- Les ordené, ellos corrieron en cuanto me escucharon y yo iba detrás de ellos, corriendo también.
El chico se llamaba Thomas Shelby, había sido herido en una pelea cuerpo a cuerpo, en la que le habían dejado inconsciente, dejándolo con un cuchillo encajado en la pierna y una bala en el brazo derecho, a la altura del corazón. Y por culpa de todo el camino había perdido mucha sangre, a pesar de eso me ocupé de él y me ocupé de que estuviera estable. Despertó horas después, cuando estaba limpiando las sábanas de la camilla, que estaban llenas de sangre.
-Ey, ey. No te puedes levantar- Dije al ver que intentaba enderezarse, pues estaba sentado.
-¿Dónde estoy? ¿Y Arthur y Jhon, están bien?- Dijo mirando a todos lados
- Estás en el centro médico, te agredieron y dispararon en los túneles. No sé quiénes son ellos dos, pero no han sido ingresados en el centro, habrían venido contigo.- Le expliqué.
-¿Cuándo me darás el alta?-
-Creo que mañana, deberías estar una semana en reposo, pero supongo que estas deseando ver a tu familia y amigos.- Le expliqué, él solo asintió.- Mañana a las doce vendrá el camión de recogida, firmaré los papeles como una más de tu familia y podrás montarte en él.- Él volvió a asentir y murmuró un "gracias" antes de que saliese de la habitación, yo le asentí y cerré. Para aproximarme abajo a firmar los papeles, ya que la gente que estaba de turno a estas horas no me conocía, y yo me iría mañana en el coche con los soldados. Para cuidar de ellos, y para irme a casa también.
"A las 12 del día siguiente"
-Vamos, o si no, llegaremos por la tarde- Dijo uno de los militares incitándonos a subir más rápido. Pero yo no podía, estaba ayudando a Thomas, ya que su herida en la pierna y varios hematomas en el cuerpo le prohibían ir más rápido.
-No hay prisa, podemos ir a la velocidad que puedas- Dije al ver cómo apretaba la mandíbula al intentar ir más rápido.
-Si ven que estoy demasiado mal te meterás en problemas por darme el alta- Paró de hablar para toser un poco pero después siguió hablando- En cambio, si nos camuflamos entre todos estos soldados hasta el coche, no se darán cuenta.- Me explicó, yo asentí y le ayudé a subir en la parte de atrás de la camioneta, para después señalarle donde debía sentarse.
