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Aviso: Tristeza
Título: Lo siento
Narra Jhon
La he cagado pero bien, ayer salí con Thomy y con Athur, tomamos de más y terminé en la cama con una chica. El problema no es que salí con mis hermanos, si no que, la chica que estaba en mi cama a la mañana siguiente no fue mi esposa, y ella se había enterado de esto.
Arthur le había contado a Linda, ya que la biblia dice que a las esposas no se les guardan secretos, según él. Entonces, su esposa Linda se lo contó a Laila, mi esposa. Se que estuve mal, pero venga ya, se lo tenía que decir yo, ahora que se ha enterado por terceros no me perdonará jamás.
Estoy en la sala de reuniones, esperando a que ella llegue y llevo andando de una esquina de la sala hacia otra esquina durante más de quince minutos, se que me merezco lo que me está haciendo, pero creo que ya mismo empezaré a andar por las paredes.
Mis pensamientos son cortados por el ruido de la puerta, la veo ahí parada, y no puedo estar más arrepentido ahora mismo. Tiene los ojos rojos y tiene unas grandes bolsas debajo de los ojos, en señal de estar cansada por lo que, supongo, no haber dormido.
-Tienes cinco minutos, tengo el coche fuera, en el que están mis hijos. A si que, si fuese tú, no perdería mi tiempo- Dice, sin mirarme, haciendo un leve movimiento con la cabeza, para que me siente en frente.
-No estaba consciente- Es lo único que digo, ella suelta una leve risa baja, pero levanta la mirada y me mira fijo a los ojos. Quiero guardarme de su color de ojos, se que se irá, no se quedará, y no la volveré a ver más.
-Ya, ¿puedes creer que ya sabía que me dirías eso?- dice negando con la cabeza.
Yo me quedo en silencio, voy a suplicarle que se quede, que me conformo solo con ser amigos, pero ella vuelve a hablar.
-¿Te acuerdas de cómo te pusiste cuándo te enteraste que irías a la guerra? No te separaste de mí en todo un mes, ni si quiera saliste de casa. O cuando nos despedimos en el tren, antes de tu partida, como lloramos y cómo los demás nos aplaudían cada vez que bajabas corriendo del tren cuando tardaba mucho en arrancar, las cartas que me mandabas, cuando me explicabas cómo sería nuestra boda al volver, cómo me tranquilizabas por el miedo que me daba cuando estabas en el campo de batalla. También recuerdo cuando nos reencontramos, la boda y los días consecutivos, o cuando metiste a tu familia en una guerra con los Lee porque te iban a casar, para que ahora lo jodieses en una noche. Una puta noche Jhon.- La corté, quería que dejase de hablar.
-Yo no soy Jhon, no para tí, porfavor- Le dije
-Si, si lo eres, ya solo eres un Shelby para mí, y espero que te lo pasases bien anoche, porque por culpa de eso, no me volverás a ver.- Dijo.
-No te vas a ir- Dije enfadado, ella quitó la sonrisa y se levantó de la mesa.
En un arrebato de ira, empuje la mesa, movimiento que hizo que ella se asusatase y girase la cabeza, ya que estaba del espaldas.
-Ya no te reconozco, no conozco al chico que se casó con migo, lo siento mucho, amor- Dijo, girándose hacia la puerta y, sin mirar atrás cerrándola, y todo se volvió negro.
