Capítulo XIII (El flechazo de cupido).

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El viaje de retorno fue muy entretenido,

Yo cantaba y ella me hacía los coros.

O bueno, lo intentaba al menos.

Nos reímos mucho rato, se equivocaba, cambiaba las canciones y las letras,

Es agradable estar así con ella,

Lástima que se termina en un par de días.

Nada es para siempre dicen,

En fin, nada que hacer, volveremos a nuestra realidad.

Tendremos que buscar la forma de mantener estos espacios juntas.

Llegamos, cerca de las 18:00,

La Maca quiere bajar a la playa a tomar un cafecito y ver el atardecer,

Yo feliz con ese panorama.

- Rubí, no me dejaste bajar sola, a la vuelta quiero irme caminando.

- Maca, eres adulta, puedes hacer lo que quieras..... Mmmmm, pero mi impresión profesional es que señorita Correa eso requiere mucho esfuerzo, se podría lesionar nuevamente..... yo no tengo problema en seguir siendo su chofer privado.

- Igual me da lata por tí .... Sé que parezco un angelito, pero Rubí... igual tengo peso en este mundo real.

- Mirenla de lobita a angelito, ¿no será mucha la diferencia?.

- En verdad.... no, ... Es que soy ambas.... Te dije que era versátil, depende del momento.

- ¿Ahora que eres?.

- Ahora, a las 18:35, un angelito.... No respondo de mi a las 19.00 hrs...

- Bueno, te aviso que me gustas en todas tus formas.

- Eso que te faltan Rubí.

- Bueno, mejor.... Espero irlas conociendo todas, toditas.

Rubí se levanta, se saca las zapatillas y los calcetines, se acerca al agua y camina por la orilla.

Se intenta escapar de algunas olas y no lo logra, se moja la parte baja de los pantalones.

Decide subirlos, arremangarlos y seguir arrancandose del agua.

Se gira con los brazos en alto y se sonríe al entrar en contacto con los de Maca quien la observa casi en un estado hipnótico...

Rubí corre y se sienta de rodillas a su lado.

Está con la respiración agitada, el cabello despeinado por el viento, se cubre y entrelaza sus brazos en búsqueda de proporcionarse calor a sí misma.

Maca abre su bolso y le extiende el brazo con su chaqueta en la mano.

- Si quieres ponte la chaqueta de mi mami Rubí, hay viento, se nota que te dió frío el agüita, que me imagino está heladísima.

- Ya Maca, gracias... sí, esta fría como de glaciar, pero estaba rica igual, me gusta arrancarme como cabra chica ¿muy mata pasiones?.

- Noooo, nada que mata nada..... te veías hermosa haciendo eso.... Muy hermosa.

Rubí toma la chaqueta y se la acomoda sobre sus hombros, se pone de pie y queda mirando el horizonte.

- Son lindas las nubes Maca, mira las figuras que arman entre ellas, y el color... ese color del atardecer es perfecto, lo voy a extrañar tanto...

Universos Paralelos...... El Encuentro Final.... RubirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora