Max cansado de ser solo un empleado para alguien más, decide crear una empresa por sí mismo. Pero no todo es tan fácil como parece, por lo que la atención que le dedica a su hijo Jonas ha ido disminuyendo. No es que no le importe su hijo. Max ama a...
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Más alto que el cielo, más lejos que la luz, más rápido que el sonido del viento, quiero acercarme a ti.
—My Dear, Red Velvet.
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Nat sonreía mientras miraba cómo Max leía el menú a Jonas y trataba de explicar cuando el pequeño no entendía algunas palabras. Nat ya había terminado de elegir qué pediría, porque era un lugar que siempre visitaba así que los platillos le eran familiares.
—Buenas tardes ¿Ya han decidido que ordenar?— preguntó Lara, una de las meseras.
Nat miró a Max, quien entendió y solo asintió. Por lo que el más joven dijo —Pediré un salmón a la plancha con verduras y una agua de limón por favor.
—Para nosotros que sea un filete blanco con salsa de cilantro y unos palitos de pescado con papas fritas. De bebida que sean dos aguas de jamaica.
Lara asintió mientras terminaba de anotar. — ¿Algo más?
Nat y Max negaron, así que la mesera solo dijo: —En un momento les traigo sus platillos.
Después de que la mesera se retirara, la mesa se quedó en silencio. Nat no sentía que fuera incómodo, pero quería intentar conversar aunque sea un poco. Mientras pensaba escuchó como el más pequeño preguntó:
—Maestro Nat ¿Qué actividades haremos para el festival deportivo?
—Oh.... Bueno, todavía no está confirmado pero estábamos planeando algunas actividades en pareja, también quemados y competencia de cuerda.
—¡Agregue también carreras! Quiero competir con mis compañeros.
Nat sonrió, sabía que Jonas estaba interesado en ello, porque era el más rápido de su clase y en las carreras en Educación Física siempre ganaba:
—¡Bien! Le diré a las otras maestras ¿Vale?
—¡Gracias maestro!— exclamó el niño sonriendo.
Max estaba un poco confundido —Mm, ¿Cuándo es el festival?
Nat y Jonas le miraron con una expresión molesta.
—¿No recibió la invitación?— preguntó Nat.
—¡Papá te la di hace 2 días! ¿No la revisaste otra vez? — Jonas reclamó a su padre.
—Oh esa invitación.....— Max dijo mientras recordaba como simplemente la guardó en el cajón de su escritorio sin verla, porque ya iba tarde para una junta.
—Es increíble señor Max, debe prestar más atención a su pequeño. ¿Pensaba en faltar? Porque las actividades en pareja son entre los tutores y sus hijos.
