Max cansado de ser solo un empleado para alguien más, decide crear una empresa por sí mismo. Pero no todo es tan fácil como parece, por lo que la atención que le dedica a su hijo Jonas ha ido disminuyendo. No es que no le importe su hijo. Max ama a...
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"Alguien que vendrá a mí cuando este cansado, alguien que me entienda sin la necesidad de muchas palabras... quiero tomar mi café contigo todas las mañanas. Te amo, no creo que sea un sueño. Mi amor llegó bajo la lluvia, estoy muy feliz. Tú y yo, eternamente".
- Je T'aime, Joy (RV).
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Habían pasado más de dos semanas desde que Max y Nat habían formalizado su relación. En todos estos días, su comunicación había aumentado. Incluso Nat había pasado más tiempo en la casa de Max. Aunque esto último era porque el maestro quería conocer más a Jonas y trataba de ser más cercano al pequeño.
De hecho, a veces regresaba junto a Jonas a casa e incluso cocinaba para él, también juntos se ponían a terminar las tareas del pequeño y Nat le daba algunos consejos. Esto generalmente cuando Max llamaba a Nat en busca de ayuda por su carga de trabajo que no le dejaba salir de la oficina hasta la noche. En vez de regresar a casa, iban al departamento de Nat.
Cuando llegaba el mayor, Jonas ya dormía y siempre estaba Nat esperándolo con un poco de la cena que cocinó para los tres. Inmediatamente que Nat abría la puerta, Max se lanzaba en los brazos del más joven. Nat le correspondía siempre con una sonrisa y reía por las cosquillas de Max le provocaba al poner su rostro en su cuello.
Max se sentía tan feliz. Era la primera vez que sentía que al fin formaba una familia completa. Siempre habían sido solo su hijo y él, eso se sintió un poco solitario. No es que no amara a Jonas, él era su tesoro. Pero había enfrentado tantos obstáculos y problemas, que le hubiera gustado tener a alguien que le apoyara.
Desde que Nat había llegado a su vida, todo había sido más fácil. A veces y sin pedirlo lo salvaba en ocasiones difíciles. Generalmente, dejaba que Saranya se encargará de las juntas o festivales escolares, porque ella decía que lo hacía con gusto y Max siempre trabajaba de lunes a viernes, entonces no podía.
Cuando eso sucedía, Nat le mandaba por mensaje algunos aspectos más importantes de las juntas o le enviaba videos que grababa de Jonas durante sus presentaciones o carreras. Max agradecía mucho estos gestos, dado que así podía estar más al pendiente de su hijo.
Regresando al presente. Max se había sentado en el comedor junto a Nat. El mayor estaba cenando lo que había cocinado su pareja mientras que el maestro estaba terminando de calificar algunas pruebas.
—¿Cómo te fue hoy en el trabajo P'Max? — Nat preguntó.
—Bien. Un poco ocupado con las juntas, hoy tuve muchas, apenas y me dio tiempo de llegar a todas. Muchas gracias por tu ayuda con Jonas.
—No te preocupes, no es nada. De hecho me sirvió para resolver sus dudas que le quedaron del tema de hoy mientras hacía su tarea.
Max sonrió. Estaba contento de que Nat y su hijo se llevarán tan bien. El mayor terminó su cena, lavó su plato y se sentó al lado del maestro.
