18. Consejo de hermano

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Narra Abril

Ya había llegado el día en el que los Cullen volvían de Denali.
Había estado recibiendo llamadas de parte de Edward, Alice y sorprendentemente también de Rosalie. Todas estas fueron ignoradas, necesitaba tiempo a solas.
Además que diría?
O si, me han puesto los cuernos por tercera vez en mi vida, dos de esas en menos de medio año.
Era inútil decir como me sentía, casi ni me conocían, no necesitaba sentir más pena de la que ya recibía.
De parte de quien?
Bueno digamos que la manada se enteró y Seth se la pasa intentando que este mejor.
Se lo agradecí durante toda la semana, había aguantado Seth mis lágrimas y mis comentarios de odio hacia Paul.
Seth me escuchaba y ayudaba. Además de que no había día en el que no trajera comida para alegrarme, cosa que funcionaba ya que después del momento depresivo me llegaba el cansancio y me ponía a ver con el alguna película en la que finalmente nos divertiamos bastante.
Cuando acababa el día Leah venía a recoger a Seth, esta me sonreía como despedida, raro era en ella pero seguramente sentia pena de mi o se sentía identificada.

Hoy por lo que me había dicho Seth seguramente no podría venir.
Así que hoy tenía plan de acabarme una botella de Jack Daniel's y después irme de caza.

Este plan se vio interrumpido cuando después de acabarme la botella me dirigí hacia la puerta para ir a Seattle. Pero antes de salir de casa escuche como un auto era estacionado en la entrada. Intente huir por la ventana ya que seguramente sería algún Cullen o Sam, este también me había estado llamando incluso había venido un par de veces a mi casa, aunque yo siempre lograba huir.
Al salir por la ventana y girarme para huir me encontré de frente a Rosalie haciendo que soltara un grito.

¿Estabas huyendo de mi? -me pregunto Rosalie.

Nooooo solo que me iba a cazar.
No había notado que estabas aquí. - dije yo mientras en mi mente me decía:mentira cochinaaaaa.

¿Vas borracha? - dijo Rosalie con curiosidad sobre que me ocurría.

De alguna forma tendré que desahogarme. Y es esta o ir e insultarlo para recibir un :lo siento pero no te quiero, mejor ser amigos.
Mientras veo como agarra de la mano a otra. - dije yo dolida soltando un par de lágrimas.

¿A quien te refieres? - dijo Rosalie llevandome hacia dentro de la casa.

Una vez tumbada en el sofá le solté la bomba.

A Paul que se ha acostado con la hija de Billy.
Tranquila ya estoy acostumbrada a los cuernos. Tendría que tener incluso matrícula de honor.
Solo necesito una semana más para que se me pase el dolor y ya estaré bien. - dije mientras me reía a la par que lloraba.

Rosalie se sentó a mi lado, me halzo un poco para seguidamente abrazarme.

El se lo pierde. Sabes que siempre nos vas a tener a nosotros, ya te queremos como si fueras de la familia. - dijo Rosalie intentando calmarme.

Ya no puedo Rosalie, ya es la tercera vez.
¿Que hago mal? - dije llorando mientras dirigí mi mirada a la suya. Necesitaba que me respondiera con sinceridad.

Tu nada, ellos son los tontos.
Que te parece si llamo a Alice y pasamos una noche de chicas en Port Angeles.
Han abierto una nueva discoteca que dicen que es increíble. -dijo Rosalie mientras me sonreía de lado.

Es lo que necesito en verdad. - dije secandome las lágrimas mientras reía tenuemente.

Venga anímate, vístete y ponte guapa.
Voy a llamar a Alice.

Corri hacia mi habitación y me puse a buscar por mi armario.
Me decidí por una camiseta con escote en V de color azul apagado mate, unos pantalones ceñidos negros, mis botas de tacón negras y el collar de luz, que aunque no lo necesitaba combinaba bien.

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