⇦✧𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓔𝓽𝓮𝓻𝓷𝓲𝓭𝓪𝓭✧⇨

28.Noche

Narra Abril

No sabía donde estaban Elijah y Caius, solo seguía el rastro que me llevaba hacia las afueras de Forks, cerca de la Push. Solo esperaba que ninguno estuviera cazando aquí o tendríamos problemas con los Quiulete.

Cuanto más me acercaba, notaba como al menos Elijah se encontraba cerca, por la Push. El rastro de Caius había desaparecido, cosa que estaba haciendo que me pusiera nerviosa y preocupada por la situación.

Finalmente llegue donde el olor de Elijah era más fuerte, pude ver que no había nadie por la playa hasta donde llegara mi vista, solo se encontraba el espacio de la hoguera quiulete, pero sin ninguno de sus miembros, extraño ya que normalmente hoy tocaría una de sus reuniones, además de que se encontraba en medio los restos de la fogata.

Agudicé el oído en busca de algún indicio de gente cerca, por suerte Elijah y no ningún quiulete.
Pude escuchar ruidos secos como de una pelea o persecución a menos de un kilómetro en dirección a la casa de Billy.

Fuí corriendo hacia allí temiendo que este o alguien de la manada se encontrase en peligro.

Al llegar vi a una gran manada de lobos protegiendo a las personas que se encontraban más cerca del porche, estos eran Billy, el viejo Quil, Sue y Emily.
Los lobos gruñian a una figura oscura que se encontraba en el bosque, pero ninguno de ellos atacaba, se podía notar su enfado y rabia hacia la criatura, algunos de los lobos se encontraban heridos gravemente, cosa que me enfureció e hizo que de mi interior saliera un gran gruñido.
Todos dirigieron sus miradas hacia mí, incluso la criatura a la que yo miraba fijamente, esta relajo su mirada al verme a mí y yo aprecie su mirada roja sangre, note como una parte de mi se calmaba sabiendo que era alguno de mis dos compañeros.
Rápidamente vi como la mirada de mi compañero cambiaba a una de preocupación una vez que dejó de mirarme y vio a los lobos, los cuales mantenían su mirada fija en mi pero aún se encontraba alerta por mi compañero.
Este último se dirigió corriendo a la velocidad de un vampiro hacia mí y colocándome detrás de él en forma de protección, así aprecie su rubio cabello movido por el aire fresco de Forks.
Supe que era Caius, cosa que me preocupe por no saber dónde estaba Elijah.

Caius cariño, relájate, no me van a hacer daño. - dije acercandome por detrás de él para dejar un beso en su cuello, relajandose considerablemente.

No me fio de esta aberración, los hijos de la luna son impredecibles. - dice Caius mirándome de reojo con preocupación, aunque su cuerpo seguía teniendo una posición tensa.

No somos hijos de la luna, somos metamorfos, podemos transformarnos a voluntad propia y seguimos conscientes de lo que hacemos mientras estamos en nuestro lobo. -dice Billy mirándolo fijamente con desconfianza, pero sabia que el confiaba en mí.

Caius hizo una mueca de molestia y iba a reprochar, pero hice que me mirara y bese suavemente sus labios haciendo que se relajase ante nuestro contacto.

Prometeme que no les vas a hacer más daño, son mis amigos, discúlpate. - dije mirándolo con amor pero mi voz era fuerte y segura, haciendo notar mi enfado hacia él, por lo cual no replicó.

Siento haberme metido en sus tierras, no sabía que habíamos pasado el límite entre vosotros y los Cullen. - dijo Caius sin mirar a ninguno de ellos, solo puso su cabeza en el hueco de mi cuello para relajarse mientras hablaba.

Yo mire hacia Billy quien miro fijamente hacia el lobo de Sam, poco después toda la manada por turnos se dirigió hacia el interior del bosque para volver a transformarse en humanos, sin dejar de vigilar a los humanos allí presentes.

Finalmente salieron Sam, Jacob, Seth y Paul, que eran los que faltaban.
Paul mantenía su mirada fijamente hacia mí, desviando la por momentos para mira a Caius que aún se encontraba con el rostro hundido en mi cuello dejando suaves besos por el.
Seth me miraba con una gran sonrisa por lo cual separe a Caius de mí dándole un beso y yendo hacia el pequeño lobo, el cual vino corriendo hacia mí para abrazarme, yo correspondí rápidamente su abrazo, apretando lo a mí para hacer que el abrazo fuera más fuerte. De fondo escuche gruñidos de dos personas los cuales no les tome importancia, echaba de menos a Seth, demasiado.