Adelaida
"4 años y 11 meses antes"
Un mes desde que fui enviada a la cierra para proteger los laboratorios artesanales de cocaina.
Hasta el momento todo ha ido tranquilo solo me he encargado de movilizar a la gente entre los cultivos hasta los laboratorios y de los laboratorios a sus pequeños ranchitos.
Me enviaron con un grupo de sicarios al cual poco a poco me he ido adaptando, al principio fue difícil son personalidades totalmente distintas y desconocidas es difícil decifrarlos no son personas serias pero son demasiado dedicados y disciplinados cada uno de ellos daría su vida a cambio de mantener a salvo a los menores.
Son demasiado fieles, agradecidos , nobles y a la vez son unas personas duras, frías unas bestias que destrozan a su presa sin tentarse el corazón.
Los menores solicitaron movernos de regreso a Culiacan ya que estarían dando una fiesta y en los cuales sus grupos tácticos son sus invitados.
Yo aun estoy a prueba bajo el mando de el güero uno de los sicarios más viejos para el escuadrón más no para el cartel ya que su presencia aquí es desde hace 10 años, por los altos mandos aún es considerado como casi nuevo.
Yo considero este escuadrón como un grupo de sicarios, pero son más que eso son un grupo táctico, estratega con algunos ex militares como miembros y otros sicarios que han sobresalido entro otros sicarios.
Una celula más para este inmenso cartel.
La razón de la fiesta, realmente ninguna importante solo es una consideración hacia los escuadrones tácticos, que casi nunca gozan de tiempo libre.
- ¡Adelaida! - grito el sub comamdante.
- ¿Qué pasa? - pregunte confundida.
- Todos están listos para irnos, solo falta usted mija - hizo una pausa - muevase que las fieras ya están impacientes.
- Lo siento, solo quería tomar aire - mentí, realmente estaba tratando de memorizar puntos claves del lugar y tomando coordenadas para la primer emboscada.
- Tendría más tiempo si empieza a mover esas piernitas hacia la avioneta y así llegar a la puta ciudad, créame mija allí tendrá tiempo libre para tomar todo el aire que quiera, así que muévase pero ya - dijo dando una orden.
Sin decir nada camine hacía la pista donde ya estaba todo el grupo.
- Al fin se digno la princesita e hizo su acto de presencia - dijo Walter.
- Reservate tus comentarios si no quieres terminar contra el piso como la otra vez - dije señalandolo con mi dedo índice mientras caminaba hacia la avioneta.
- Ya te dije que me resbale - respondió Walter a mi amenaza.
- Si claro así como se te resbalo la mano y le diste una nalgada a esta panterita- dijo Marco alcanzando mi paso y poniendo su brazo sobre mi hombro.
- Ni le recuerdes a la panterita que quien sabe se emperra y le mete sus buenos vergazos a este vato otra vez - dijo Dante el más joven del escuadrón.