double date | byler

O2

¿es posible que el corazón de un chico heterosexual comience a latir con tanta rapidez frente a la vista de otro chico? porque joder, mike no tenía idea cómo tranquilizarse a sí mismo y la 'cita doble' como tal, nada más había empezado hace unos cinco minutos, que es cuando las personas frente a ellos habían llegado y, ¿era normal que no pudiera parar de mirarle? pese a que no habían intercambiado palabras todavía, el pelinegro constantemente se encontraba a sí mismo desviando sus ojos hacia el castaño frente a él, como si este tuviera alguna clase de imán que no permitiera que se centrara en algo que no fuera él y sus hermosos orbes color verde avellana que eran adornados por esas lindas pestañas que no había parado de batir de forma naturalmente coqueta a la par en que enseñaba sus hermosos incisivos en una sonrisa cada vez que cualquiera en la mesa le dirigía una pregunta o un comentario, a los cuales contestaba educadamente, haciendo uso de un lenguaje cuidadosamente formal que resultaba como música para los oídos de wheeler, a quien le apasionaba escribir y de a ratos, se sentía inevitablemente seducido por las habilidades sociales del otro chico.

espera, ¿se estaba sintiendo 'seducido' simplemente por la forma de hablar de su cita? ¡era totalmente ridículo! seguro que su repentina debilidad sólo se debía a los efectos que comenzaba a causar el contenido en su copa, y para nada a un interés repentino en el castaño, del cual por cierto, había descubierto que su nombre era will.

el camarero que anteriormente les había traído los bebestibles, llegó para hacerles entrega del plato principal de su orden y mike observó atento la forma en que will apartó amablemente todas las cosas que habían en la mesa para que hubiera espacio suficiente para los platos, ayudando al chico que lucía cansado por estar en las últimas horas de su trabajo antes de que el restaurante acabara por cerrar. cuando el susodicho se marchó, todos se miraron entre sí y luego a la comida para comenzar a probarla, haciendo de vez en cuando comentarios respecto al sabor de la misma, will siendo el que más aportaba a dicha conversación de forma experta; michael inmediatamente pensó que debía tener una mano espléndida para la cocina, y se sintió tentado de decirlo, pero se quedó sin aliento nuevamente cuando el otro se inclinó un poco más hacia él, permitiendo que lucas y max continuaran inmersos en la conversación propia que acababan de iniciar.

— no has hablado mucho esta noche — señaló el castaño mientras bebía un sorbo de vino, dejando que sus labios descansaran apoyados contra el borde de la copa en lo que le sonreía a su cita, que repentinamente sintió otro golpe de calor que provocó que tuviera la necesidad de aflojarse un poco su corbata. la mirada verdosa del chico descendió también, siguiendo el transcurso de las manos ajenas, recibiendo a cambio un leve avistamiento de las clavículas de michael, y parte de la pálida piel de su pecho gracias a los primeros botones desabrochados de su camisa.

mike tragó saliva, sabiendo la forma en que estaba siendo observado y no teniendo idea de cómo capturar la atención del otro hacia otra cosa que no fuera esa parte de su cuerpo, así que simplemente carraspeó y sus ojos se encontraron entre sí de forma casi automática — b-bueno, estoy aquí para acompañar a mi amigo y no soy...no soy mucho de hablar con desconocidos.

will dejó escapar una risita nasal y se relamió los labios, haciendo que wheeler comenzara a ruborizarse — ¿cómo vas a conocerme si no te has animado a acercarte ni un poco? — preguntó, apoyando su codo derecho sobre la mesa y dejando que su rostro descansara contra su mano, sin quitarle la mirada de encima al otro, que no paraba de removerse inquieto intentando evitarlo.

— es que no estoy interesado en los chicos de esa forma — respondió sin mirarlo, sintiéndose inexplicablemente ridículo tras escuchar una risita suave por parte del otro chico — ¿qué es tan gracioso?

— ¿cómo estás tan seguro de que yo sí lo estoy? pude haber venido a acompañar a max por ser amable nada más, justo como tú hiciste con lucas — el castaño estaba verdaderamente divertido con toda esa situación, y obviamente estaba aprovechando eso, los nervios del chico frente a él se notaban a kilómetros y se le hacía extremadamente adorable la forma en que intentaba ocultarlos, fallando en el intento —...a no ser que estés imaginando cosas conmigo en tu cabecita.

¡ni en sus sueños! por supuesto que michael no había pensado en nada gay que los involucrara a ambos, y por supuesto que no estaba deseando saber exactamente qué había impulsado a will a aceptar esa maldita cita, ¡sus ojos claramente se habían mantenido sólo centrados en el rostro ajeno y lo habían observado de forma normal, sólo lo necesario, sin reparar en cualquier mínimo detalle! pff, ¿qué se creía el otro que era él? ¿homosexual? ¡que va! y aunque michael fuera homosexual, obvio que todo hipotéticamente hablando...no tendría que estar necesariamente interesado en el primer muchacho atractivo que se le cruzara por delante, ¿verdad? ¡así que sus palabras acusatorias eran ridículas, por no decir mucho más!

— n-necesito ir al baño — anunció wheeler a todos en la mesa y se fue a paso rápido hasta dicho lugar, provocando que las miradas de la otra pareja en la mesa se posaran sobre will de forma interrogante. el susodicho se encogió de hombros con una expresión más que confundida, y sin molestarse en decirles ni una sola palabra, volvió la mirada de nuevo hacia el sitio por el que se había escabullido su cita, mientras una sonrisita comenzaba a instalarse en sus rosados labios.

no iba a mentir...ese pecoso era bastante interesante para él, y suponía que el sentimiento era mutuo porque había notado de inmediato las miraditas que este le había estado dirigiendo durante toda la cena, pero la verdad era que ahora mismo se preguntaba...

¿cuánto más tendría que esperar para que él dejara caer esa capa de negación que tienen casi todos los hombres que se juran heterosexuales y cediera ante sus verdaderos deseos?

byers suspiró, y volvió a tomar otro sorbo de vino. todavía faltaba un buen rato para dar por terminada la noche.