3

133 12 6
                                    

Allyson Tomlinson es una niña muy inteligente.

Si le preguntas a su maestra Molly de el preescolar, ella podría asegurar que es la niña más inteligente que ha conocido.
Cuando Allyson ingreso al preescolar –a los tres años– ella podía pronunciar palabras a la perfección, con una dicción no común en los niños de su edad. Solía –y hasta la vez suele– escabullirse en el estudio de su papá y leer algunos de los libros que tiene en su biblioteca.

La misma Allyson era consiente de que es muy inteligente, aunque ella más bien lo relaciona con que tiene una excelente memoria.

Su tía Taylor en una ocasión le dio un folleto que después perdió pero ella pudo recordar cada mínimo detalle de lo que contenía el folleto, todos en casa se habían sorprendido pues tenían una pequeña genio.
Si bien, Allyson era una niña muy inteligente, amaba ser mimada por su papá, abuela y familia en general. Estaba teniendo una buena infancia y no podía poner queja sobre ello.

Pero aun con todo eso, Allyson sabía que algo faltaba en su familia.
Era consiente de que faltaba mamá en su cuadro familiar.

Ella no preguntaba porque ya sabía que tenía mamá.

Un día, sin querer, lo descubrió.

Por eso, la semana previa a su cumpleaños era su favorita, dormía cada día esperando y deseando por que fuera su cumpleaños.

Además de los miles de paseos y regalos que recibía antes y durante su cumpleaños, había algo en especial que la hacia esperar ansiosa por ese día.

Ahora mismo Allyson comía su sandwich en el patio de la escuela. Aveces comía sola, aveces Mike uno de sus compañeros le hacía compañía. La mayoría de los niños solían evitarla pues su inteligencia en el aula los hacia sentirse intimidados y evitaban acercarse a ella, algo que no le molestaba y se acostumbro con el tiempo a estar con Mike.

Justo cuando iba a tomar una de las uvas que puso Margaret en su lonchera una niña se detuvo frente a ella con una sonrisa gigante.

Allyson pensó que tal vez su rostro dolería por sonreír de esa manera.

"Hola"

"Hola"

"Soy Dianne, ¿puedo comed aquí?"

Allyson sonrió. "Sip, tengo uvas"

"Oh, mamá dijo que soy ale-aled-gica "

"Ow, perdón, también tengo manzana"

"Esa si puedo comed"

Allyson bebió de su jugo y la miro inclinando su cabeza un poco.

"No puedes mencionar la erre"

Dianne bajo la mirada y movió sus zapatos de un lado a otro.

"Lo sé, mamá dice que la maeta ayuda"

La rizada lleva una uva a su boca y la mastica rápido. "Hmm, yo puedo ayudar"

Dianne la mira y bebe de su jugo. "¿Tú?"

"Sip, yo puedo pronunciar bien y puedo ayudarte, la tía Adisson dice que siempre que pueda ayudar debo hacerlo"

"Esta bien, acepto"

Ambas se dan una sonrisa y continúan con su almuerzo, Allyson esta secretamente feliz de tener una nueva amiga.

🚘🍒🚘

Cuando la hora de salir ha llegado Allyson toma sus cosas y espera a que la llamen a la puerta.
Se encuentra deseando que su abuela esté ahí, es lo que espera.

keep driving |l.s.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora