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Su gran día había llegado.

La alarma de su reloj se escuchó justo a las seis de la mañana, ella la apago rápido, saltando de su cama con una velocidad inigualable.

Fue hasta el baño en su habitación y lavó su rostro con agua y jabón para después tomar su pequeña toalla amarilla y secar su cara.

Sin hacer demasiado ruido se dispuso a salir de su habitación, llevando con ella a su osito de peluche; botitas. Bajó las escaleras despacio, cuidando donde pisaba y rezando porque nadie despertara a esta hora.
Bueno, sólo eran ella y su padre ahí, no había nadie más en la casa.

Entonces cuando llegó al último escalón lo bajó de un sólo brinco, y caminó hasta la entrada. Mira la pequeña rendija que había en la puerta por la que aveces solían deslizar el correo, en el piso aún no había nada, lo que indicaba que llegó justo a tiempo.

Se sentó en el frío piso recargandose en la pared mientras abrazaba a su osito contra su pecho. Ya había hecho esto otras veces por lo que sabía que no tenía que desesperar, pues no tardaría tanto en llegar su regalo más preciado.
Fue solo cuestión de minutos para que un manojo de correspondencia se deslizará por la rendija. Casi gritó. Casi.

Venían enlazadas con un pequeño hilo pero no necesito deshacerlo para sacar su sobre, pues éste era el primero. Con cuidado de no alterar lo demás lo deslizó lentamente, sacándolo del resto.

Y entonces lo tuvo entre sus manos.

Ese sobre era todo lo que necesitaba cada cumpleaños.

Era la carta de su madre.

Regreso a su habitación, cuidando de no hacer ruido. Cuando estuvo ahí, con su puerta cerrada y en su cama se tomó el tiempo de mirar el sobre.
Esta vez era amarillo, un amarillo muy bonito.
Tenia una pequeña estampilla en una de las esquinas y pudo leer el nombre que deseaba cada cumpleaños.

Harry Edward Styles.

Paso sus pequeños dedos por encima de la tinta y sonrió feliz.

Allyson por fin tenia en sus manos su mejor regalo de cumpleaños.
Se dispuso a abrirla, despacio y cuidando de no romper el sobre.
Saca la hoja doblada en varias partes, esta es amarilla igual que el sobre y tiene un ligero perfume que ella no puede identificar pero lo ama.

Y entonces la lee.

Mi querida Allyson

Hoy es nuevamente tu cumpleaños, tu quinto cumpleaños y lamento tanto no estar ahí junto a ti.

Es confuso tal vez para ti que yo no esté presente pero eso no quita lo mucho que te amo. Eres todo lo bueno que tengo en esta vida, todo lo que siempre voy a querer.

Te amo tanto mi pequeña flor.

No se si leerás esto ahora ó tal vez lo hagas dentro de unos años pero si sé y puedo asegurar que mi amor por ti crece cada vez más y más, que me hace lamentar el haberme ido pero sé que tu padre te cuida tanto como yo lo haría.
Cuando naciste, yo fui la persona más feliz de este mundo, me sentí bendecido por tener a tan bello ser entre mis brazos, una bebé hermosa a la cual me encargaría de llenar de amor por el resto de mi vida y así será.

Tal vez yo esté a miles de kilómetros de distancia, al otro lado del mundo ó incluso en la luna pero a donde quiera que vaya ó me encuentre no será impedimento para amarte cómo lo hago.

keep driving |l.s.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora