Son las 7:30h.
Me visto y hago la mochila.
Hoy no quiero desayunar. Me duele la tripa. Prefiero tomarme algo en el recreo.
-Chao.- Me despido y salgo por la puerta.
De camino al instituto me encuentro con Lucía, como siempre.
-Hola.- Me saluda.
-Hola.- Le contesto.
-¿Te encuentras bien?
-Si... Esque me duele la barriga y tengo un montón de sueño.
-Yo también estoy muy cansada. Si te sigue doliendo podemos ir a tomar una manzanilla al comedor.
-No. No pasa nada. Seguro que se me pasará.
-Por cierto, ¿qué tal llevais Víctor y tú el trabajo?
-No me hables de Víctor por favor.
-Ya entiendo. Es un estúpido haciendo trabajos.
-Eeeh... Sí. Es eso.- Digo, intentando parecer lo más natural posible. Casi me pilla.
Llegamos al colegio. Entro. Ya no hay vuelta atrás.
-Hola.- Nos saluda Bea.
Bea no me cae muy bien. Es una niña que siempre está hablando con todo el mundo, y cuando no le gusta la conversación, se va. A todos nos cae mal, pero ella se cree muy guay.
Oigo el timbre. Hay que entrar en clase.
Nos sentamos todos. El profesor entra y nos pide que estemos en silencio mientras los demás exponen su trabajo en el encerado sobre el tema que nosotros escogiéramos.
Teníamos que elegir entre varios idiomas y explicar algunas características sobre este. Víctor y yo escogimos el japonés.
-Ahora les toca a Nuria y Víctor.
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Te prohibo enamorarte de mí
عاطفيةSiempre sentí que mi vida era aburrida. No destacaba en clase y tenía mi grupo de amigas. Aún así, me gustaba estar sola, escribiendo o leyendo alguna novela. Pero todo cambió un día. Exactamente un lunes.