❷ Hasta mi último suspiró | Natasha Romanoff |

2. Un pacto

Frontera entre Irak y Siria...
(Unos meses después de la batalla de Thanos)

El hombre volaba con el cuerpo de su fallecida amada entre sus brazos, buscando aquel punto de encuentro donde su gran Celestial lo estaría esperando.

Aterrizó haciendo que la tierra se levantara y sus pies quedaran un poco hundidos entre la arena de la frontera, suspiró caminando hasta la pequeña cabaña que estaba ahí y la recostó con sumo cuidado sobre la pequeña mesa, para admirarla.

Sus ojos permanecían cerrados, su rostro seguía siendo igual, solo que ahora tenía una extraña cicatriz, pero no dudaba que seguía igual a cómo la recordaba, pasó suavemente sus manos por sus mejillas y una sonrisa apareció en sus labios cuando sintió el calor de su piel.

——Volverás a la vida Dragón, estarás de nuevo junto a mi —deposito un corto beso en su frente y salió de la cabaña, cerró sus ojos y con decisión y recordando a Ajak susurro —"El conocimiento"

Una palabra que para algunos no tenía significado o sentido, pero para el gran Celestial era todo lo contrario, esa palabra solo la conocían los eternos y él quienes se podían invocar cada que se necesitarán, pero el gran Celestial se extrañó al percibir de nuevo su código, tenia tantos milenios que no la escuchaba, que ahora se sorprendió.

——Ikaris —una voz gruesa e imponente se hizo presente frente al hombre quien sonrió, su plan funcionó —

Al abrir los ojos lo noto; era una forma física humanaide, muy alto y musculoso, su rostro de rasgos finos y su mirada es extremadamente penetrante. Tiene un color rojo fuerte e Ikaris podía sentir que su energía es poderosa e imponente.

——Celestial —habla en respeto haciendo una pequeña reverencia —escuchaste mi llamado, gracias

El celestial lo escanea de pies a cabeza, pero algo llama su atención, una fuerza lo atraía y no llegaba a comprender que era.

——¿Ella...

——Está aquí —terminó Ikaris por él —es por eso que lo he invocado —el Celestial ladeo su cabeza sin comprender —se que usted puede traerla a la vida y quería pedir...—niega —implorarle que lo haga, le daré todo lo que desea, solo si me la trae de regreso

El celestial lo ve atento.

——Ya comprendo el por que de tu llamado Ikaris —el hombre pone total atención mirando como dudaba en su aceptar o no —

——Se que puede hacerlo, no comprendo el por que de su duda —suena un tanto desesperado —

——El ciclo de Dragon se había terminado y si la traigo de regreso a la vida podría, no ser ella —

Ikaris frunce su ceño.

——¿Qué? —suelta confundido

——Ella no es humana o una eterna, es una celestial, no tiene lo que las personas llaman alma y si la traigo de regreso, no será Charly como la apodaron los humanos, solo sería Dragón, una simple celestial

Una corta sonrisa apareció en Ikaris, quien la borró para verlo.

——¿Pero me recordará? —El Celestial ladeó su cabeza e Ikaris suspira —a nosotros, los eternos, ¿ella nos recordará? —preguntó ansioso