Jim se encontraba en su patio trasero, con la armadura puesta. Sostenía su espada en una mano y su otra mano un melón.
El chico lanzó la fruta en su mano hacia arriba en el aire, y antes de que pudiera tocar el suelo, Jim, de un rápido movimiento, lo rebanó por la mitad. El resplandor azul que recorría la espada se transfirió a ambas mitades, convirtiéndolas en cenizas.
- Wow. - Jim se vio asombrado. - Pues si corta.
Jim luego se dispuso a cortar diferentes cosas que ya no servían mientras se divertía probando el filo de su espada. Era como un niño jugando.
- ¿¡Qué es esta burla!?
Jim se da la vuelta y ve a Draal, quien acababa de salir de la casa y ve lo que el Cazatroles estaba haciendo.
- Oh, hola Draal. - Jim se encogió de hombros. - Solo estoy practicando con la espada.
- La espada de la luz del día no es un juguete para jugar. - Draal se acercó a Jim, molesto. - Es un deber sagrado por el cual he estado toda mi vida entrenando para ser digno.
Jim miró la espada antes de mirar al trol. Se la acercó a su amigo.
- ¿Quieres intentarlo?
Draal bufó, pero se suavizó al ver al Cazatroles ofreciéndole la espada. El trol la tomó vacilante. Draal observó su reflejo sonriente en La espada de luz del día. Se sorprendió cuando por un momento se mostró el reflejo de su padre, luego la espada desapareció y apareció nuevamente en las manos de Jim.
El trol agachó la cabeza con algo de tristeza. Jim no pudo evitar sentirse mal por él.
- Lo siento. Lo olvidé.
Solo el Cazatroles podía usar La luz del día, por eso el trol no podía usarla.
- Si mi destino no es sostener la espada. - Draal habló. - Tal vez sea enseñarte cómo usarla.
El trol tomó una lámpara que estaba en la pila de basura que Jim usaba para cortar. Draal le quitó la pantalla a la lámpara y luego usó el objeto para hacer diferentes y hábiles movimientos, dejando impresionado a Jim.
- Tu espada no es más que una extensión de tu cuerpo, y tu cuerpo una extensión de tus ojos. - Draal apunto su arma improvisada hacia Jim. - Imita mis movimientos, Cazatroles.
Entrenaron hasta que se hizo de noche. Draal acorraló a Jim contra la pared, pero el chico logró controlar su espada de modo que pudo materializarla y sostenerla contra el estómago del trol, poniendo las cosas a su favor. El trol dio una carcajada feliz por esto. Soltó a Jim, quien se frotó un poco el cuello, pero tenía una sonrisa en su rostro.
Draal rio feliz, Jim había logrado maniobrar bien la espada y él fue quien se lo enseñó.
Jim entonces notó su celular sonando. Lo levantó del lugar en el que lo había dejado y lo revisó. Los ojos del chico se abrieron al ver el recordatorio que tenía.
- Se supone que debo encontrarme con Blinky y los otros en el museo ahora. - Jim susurro para sí mismo. Su armadura desapareció mientras guardaba su teléfono. - Seguiremos con esto más tarde, ¿de acuerdo, Draal? ¡Nos vemos!
El Cazatroles se apresuró a tomar su bicicleta y dirigirse hacia el museo.
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Jim llegó al museo y entró por una ventana abierta, encontrándose con Blinky, Aaarrrgghh y Vendel. Sus entrenadores no estaban muy contentos al enterarse de que ahora Draal se encontraba viviendo con Jim y entrenándolo, pero no tuvieron tiempo de discutir cuando Vendel les indicó que no lo hicieran perder el tiempo.
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Trollhunters - Ir por tu cuenta
AventureUna reimaginación de toda la serie de Trollhunters. Una en la que Jim debe enfrentar sus problemas como Cazatroles, sin tener ningún aliado humano que lo apoye. Él está por su cuenta. Este es un nuevo punto de vista para Jim, en el cual ni Clara ni...