¡Pinkie Promise! [BNHA]

¡Pinkie Heart!

》—Bueno, muéstrame todo lo que tengas hasta ahora, Icyhot.

Justamente eso fue lo que hizo, luego de llevarlo a escondidas a su habitación. Asegurándose de que nadie los siguiese.

Porque claro, siempre podría haber alguien acechando.

El pelivioleta le siguió el juego, no pretendía escabullirse igual que él heterocromático, pero iba despacio y a su ritmo. Así fue hasta que llegaron, Todoroki abrió la puerta y lo dejó cruzar.

Se arrepintió de haberlo seguido hasta ahí, luego de ver el desorden que era esa habitación. Todas las cosas de su escritorio en el suelo, junto a lo que parecía ser la cinta con la que Neito había llegado a decirle lo que le ocurrió.

Sonrió un poco ante eso, la imagen del chico amarrado y siendo torturado por Todoroki le hacía un poco de gracia.

Su expresión cambió de inmediato al darse cuenta de lo sádico que era ese pensamiento.

—Disculpa el desorden, normalmente mi habitación está limpia.

—no te preocupes, la mía está peor.

—¿hablas en serio?

—no, claro que no.— alzó su pie y una cosa estaba pegada al piso, era una lata de coca-cola que se había tirado.

—No tardaremos mucho, es tarde.

El otro sólo asintió.

Aunque claro, dormirse tarde no era nada del otro mundo para el.

—Sé bien que me dijiste que estaba equivocado, pero ciertamente creo que dos de mis amigos tienen que ver en el cambio que ha tenido Izuku.

—¿Porqué piensas eso?

—Desde el día del accidente— recalcó la palabra haciendo comillas con sus dedos. —ellos tres se han visto más extraños de lo normal. Me refiero a su comportamiento, no su cabello.

—Bien, ¿cuales son las señales de ese cambio?

Pensó unos segundos, se dirigió a la pizarra que tenía sobre la pared y señaló unas noticias pegables donde señalaba todo.

—comenzó a sentirse digamos... decaído; además  que siempre evita contarme lo que pasó antes de que los encontrara en las duchas; pasaron algunos días y...

—¿y...?

—comenzó a juntarse más con ellos, dejándome de lado.— comentó con su rostro serio, pero con una gran tristeza en sus palabras.

Hitoshi comenzaba a plantearse una idea de lo que estaba ocurriendo ahí, refiriéndose al chico bicolor, ya que lo del pecoso no tenía idea.

Y comenzaba a replantearse el quererse involucrar, porque no había pensado que esto se volvería más sentimental que práctico.

Pero pensó un poco más.

Acerca de que el chico necesitaría ayuda, no sabía si la suya sería suficiente, pero no quería dejarlo solo en eso, aun sabiendo que ni conocía a los chicos mencionados. Y fue así como se le ocurrió algo, que tal vez pueda ayudar.

—Tengo una idea, pero no prometo que se resuelva con esto.

—Te escucho.

Y comenzó a explicarle.

El plan era que se dividieran para adquirir información, irían con cada uno de los sospechosos e intentarían sacarle lo más posible de información. Para que al final se puedan comparar las versiones y llegar a una conclusión más acertada.