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En aquella enorme y extensa mansión se podían escuchar los sollozos de una bebé.

— Se puede saber, ¿qué hicieron ahora? —preguntó un peli-blanco de ojos negros. Mikey mantenía una mirada de muerte y Kakucho tenía sus brazos cruzados, ambos esperando explicaciones.

— ¿Y por qué Sanzu tiene la cara pintada? ¿llemas y claras de huevo? —levantó una ceja confundido.

— Hermanos Haitani, ¿por qué tienen harina en todo el cuerpo?

Pero para empezar ¿cuál es la razón por la que la pequeña  llora? y ¿por qué Sanzu tiene la cara pintada?, retrocedamos el tiempo, unos minutos, mejor dicho unas hora atrás.

•••

— Oi Rindou, ¿estás despierto?

— ¿No es lo suficientemente claro? —despegó la mirada de la pantalla del teléfono y lo miró con obviedad.

— Estoy aburrido. —extendió sus brazos y soltó un bostezo— no hemos tenido diversión por un tiempo.

— ¿Qué propones?, es muy temprano para comenzar a trabajar. —en efecto era muy temprano 5:15 am.

— ¿Vamos a molestar a Sanzu? —miró a su hermano con diversión, ambos sonrieron cómplices. El primero en salir de la habitación es Ran, miró el pasillo para ver si nadie estaba despierto, aunque suene loco, si los miembros de Bonten tuvieron al fin una noche algo pacífica y durmieron a gusto en especial su líder.

Cuando llegaron a la habitación de aquel peli-rosa, abrieron con cuidado la puerta, intentando no hacer tanto ruido. Ran entró primero seguido de Rindou, quedaron confundidos al verlo, Sanzu ni siquiera se cambió de ropa todavía seguía con su traje y estaba, ¿abrazando su Katana?

— Se que es un retrasado mental, pero es el colmo. —negó moviendo la cabeza Ran con irritación.

— ¿Trajiste las cosas?

— Vengo preparado hermanito. —desembolso de su bolsillo un lápiz labial, no se sabe de dónde lo sacó.

— ¿No despertará?

— No duerme como roca, observa.

Le soltó una fuerte cachetada, ante el impacto Sanzu solamente se acomodó más, Rindou miró con asombro.

— Vaya no me lo esperaba, las drogas hacen su efecto.

Unos minutos después, el mayor le pintó la cara con aquel objeto para damas.

— Y por último, nuestra firma. —dijo para escribir su apellido en el espejo que tenía el drogadicto.

— Estoy orgulloso de tí hermano. —se limpió una lágrima imaginaria y apoyo su mano en el hombro del mayor.

— Bien vámonos, la sorpresa que se llevará en unos pocas horas. —soltaron una perversa risa ambos como niños de kinder. Ambos salieron de la habitación, pero su aburrimiento no se esfumó del todo, pedían más, más diversión.

— ¿Vamos a la habitación de Kokonoi?

— ¿Estás seguro?, digo él es un poco...olvídalo. —se arrepintió de las palabras, comenzaron a caminar por el pasillo hasta llegar a la habitación del "adicto" al dinero. Parecian espías del FBI, caminaban con sigilo ocultándose entre las paredes.

▬▬ ❝ PROTECT YOUR SMILE ❞¹ -BONTEN × ᶜʰⁱˡᵈ ʳᵉᵃᵈᵉʳ (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora