Capítulo 64

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La sujete fuertemente entre mis brazos mientras susurre

Alicia: tranquila mi amor, todo va a estar bien –deposité un beso en su frente escuchando un largo suspiro, se apartó un poco de mi limpiando las lágrimas que caían sobre sus mejillas

Carmen: perdón peque no quería que vieras ni escucharas nada, esto cada vez más se sale de control, este hombre sigue insistiendo y bueno ya lo escuchaste

Alicia: no tienes por qué disculparte, sé que no es algo que tú quieras que pase, pero recuerda que lo nuestro es más fuerte que todo

Carmen: eso lo sé, no sé qué debo hacer mi amor, sin embargo no hay duda alguna que tu amor es lo único que puede darme valor para seguir adelante

Alicia: y tú a mí, nada ni nadie va a separarnos mi amor –terminé de limpiar sus lágrimas y vi asomar una sonrisa en su rostro

Carmen: Gracias por estar aquí y por llegar en el momento preciso temía a que intentara hacer algo, aunque después de lo que dijo ya no me siento tan tranquila

Alicia: no te preocupes que todo va a estar bien si, sabía que me necesitarías además de que mi hermana vendrá por mi hoy y no creo poder verte esta tarde

Carmen: no te preocupes –se lanzó a mis labios perdiéndonos ambas en un cálido beso, nos entregamos como solíamos hacerlo sin importarnos nada ni nadie, nos apartamos como siempre sin muchas ganas de hacerlo y estuvimos un rato platicando sobre otros temas sin tanta importancia tratando de que Carmen olvidara lo acontecido, algo que yo no podía sacar de mi mente cada vez que estábamos bien algo o alguien trataba de impedirlo, no quería alejarme de Carmen ni ella de mí, solo tenía en mente el hecho de que juntas saldríamos de todas las pruebas que el destino pusiera en nuestro camino, terminamos de arreglar su oficina, al fin había quedado lista las flores lucían hermosas y ella sentada al frente de ese escritorio hacía que el panorama fuera hermoso, trate de hacerle algunas bromas para que olvidara lo acontecido haciendo que sus risas inundaran aquel lugar, me encantaba admirar su rostro mientras sonreía era imposible no mirar aquellos huecos que se formaban a los costados de sus mejillas y esos labios que cada vez más se convertían en mi obsesión, entre los juegos nos olvidamos un poco de donde estábamos, me senté en el piso a un costado de la puerta sintiendo su presencia a lado mío, recargo su cabeza en mi hombro volteé a mirarla y pase mi brazo por detrás de su cuello susurrando nuevamente

Alicia: te amo con todas mis fuerzas mi amor

Carmen: y yo también te amo a ti con mi vida entera

Alicia: prométeme que vamos a estar juntas por siempre –dije mientras entrelacé mis dedos con los de ella frente a nuestra vista

Carmen: te lo prometo mi amor –nos miramos sintiendo ese chispazo que habíamos sentido aquella vez que entré al consultorio y mi corazón palpito de la misma forma que aquella ocasión, nos besamos nuevamente hasta que escuche mi celular sonar, sin muchas ganas me levante a contestar

Alicia: bueno

Gabriela: Alicia estoy afuera de tu salón, ¿en dónde estás?, Jesica me ha dicho que no te ha visto

Alicia: voy para allá

Gabriela: pero en donde estas

Colgué el teléfono soltando una fuerte bocanada de aire, al dar la vuelta vi a Carmen sentada donde la había dejado mirándome tiernamente

Carmen: ¿te tienes que ir? –vi su rostro entristecer-

Alicia: me temo que si amor –me acerque y estire mi brazo en dirección a ella, soltó un poco de aire en dirección a su frente y tomo mi mano, creí que se apoyaría para levantarse pero me tomo por sorpresa, jalando mi brazo haciéndome quedar encima de ella, me abrazo por el cuello y nuestras bocas se quedaron cerca sin besarnos aun nuestras miradas conectadas y nuestras respiraciones se entendieron, la oí decirme

Mi Profesora..... Mi Gran AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora