Capítulo 75

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*** Carmen

Su voz retumbo por toda la habitación haciéndome creer que el destino nos tenía preparadas muchas más cosas juntas, la mire con lágrimas en los ojos en verdad me sentía feliz por verla sonreír de nuevo y por sentir esos ojos tan llenos de luz que siempre me encantaba mirar, conversamos un poco pero nuestras bocas se necesitaban, nos entregamos en un beso que nos llenó el alma por completo, alguien nos interrumpió y en verdad que fue frustrante alejarme de ella teniendo a su padre frente a nosotros, por un momento pedí que esto solo fuera un sueño pero no lo era, me acobarde de pensar la manera en que su padre reaccionaria no comprendía ni siquiera que se encontraba haciendo en estos momentos aquí, trate de retirarme sin embargo Alicia tomo mi mano aferrándose con fuera a ella y suplicándome que no la dejara, su padre me pidió que los dejara con un tono de voz demasiado frio, me sentía tan mal en verdad no era mi intensión que Alicia fuera la que cargara con los problemas sola, le mire diciéndole que todo estaría bien y salí a gran prisa de la habitación, cerré la puerta encontrando a Carlos sobre el pasillo

Carlos: Carmen, como viste a Alicia, al dejarte con ella su padre se presentó ante mi suplicando verla, no pude negarle que entrara ya que se dio cuenta que estabas adentro con ella

Carmen: si, ahora mismo está con ella –suspire-

Carlos: ¿todo bien?

Carmen: eso espero, gracias por ayudarme y poder verla

Carlos: no tienes nada que agradecer, su padre también ya lo hizo sin embargo es de las formas en que puedo ayudarles, ¿cómo esta Alicia?

Carmen: esta consiente, despertó hace un rato

Carlos: es enserio debemos avisarle a su médico para que la revise

Asentí con la cabeza aunque francamente no puse mucha atención a sus palabras, ahora sabía que él había sido quien había llevado a su padre hasta ahí, no podía ni debía reclamarle sin embargo la angustia estaba acabando conmigo, caminamos de regreso hasta la sala de espera, Carlos se alejó por entre los pasillos mientras yo daba pasos ida y vuelta sobre el mismo sitio, no creía que fuera la mejor idea permanecer en el hospital así que decidí caminar hacia la salida, al llegar hasta ahí sabía perfectamente que no debía huir de lo que había pasado, no podía dejar a Alicia con todo eso y así como ahora mismo ella hablaba con su padre, entendía perfectamente que tocaría mi turno, regrese hasta la sala de espera notando que su padre aun no salía de la habitación, permanecí sentada mirando hacia el horizonte tratando de encontrar las palabras adecuadas para poder enfrentar a su padre, a lo lejos encontré unos pasos acercarse hacia mí, no perdí la posición en la que estaba hasta que una voz llamo mi atención

Jaime: la he dejado con el médico, me alegra que haya despertado sin embargo me temo que usted y yo tenemos que hablar- respire fuertemente tomando valor y gire el rostro hacia su padre asentí con la cabeza mientras pude percibir un rostro tranquilo, tomo asiento en el sillón frente a donde estaba yo y comenzó

Jaime: no quisiera más explicaciones de las que Alicia me ha dado, solo quiero pedirle un favor

Carmen: dígame

Jaime: quiero que cuide mucho a mi hija, y que no permita que sufra –por un momento creí que me pediría que me alejara de Alicia, pero mis oídos estaban escuchando una esperanza más para estar cerca de ella-

Carmen: eso no es un favor, desde que comenzó esto con Alicia me jure a mí misma que trataría cada día de darle lo mejor y evitar que ella sufriera

Jaime: así como se lo había comentado siempre había querido lo mejor para mis hijos, esta situación me tiene algo intrigado y es algo que se me ha ido de las manos sin embargo yo no soy quién para prohibir amar a mi hija, debo confesarle que no creo que usted sea la persona indicada sin embargo, la decisión es de mi hija, si ella está feliz eso me hace ser feliz a mí también, debe saber que me está costando mucho trabajo esta situación sin embargo pretendo apoyar a mi hija hasta donde más pueda, no prometo hacer cambiar de parecer a mi familia a cerca de esta situación sin embargo por eso es que le pido que tengan cuidado y esto se siga manteniendo como hasta ahora lo han hecho, no quiero que mi hija siga sufriendo más por esta relación

Carmen: mi intención nunca ha sido lastimarla o esperar que ella sufra por todo lo que acontece, quizá no quiera escuchar más sobre esto pero, esto fue algo para lo que Alicia ni yo estábamos preparadas, míreme soy una mujer mayor y quizá sea una locura pero, si de algo estoy segura es de lo mucho que aprecio el amor que Alicia me regala cada día, no voy a mentir con decirle que tengo experiencia en esto, ni tampoco espero que crea que soy una pervertida, lo que hay entre Alicia y yo es algo de lo que muchos en este mundo buscarían y pocos son quienes lo encuentran, le agradezco por darle a Alicia y a mí, esta oportunidad de luchar por lo que ambas anhelamos, no sabemos cuánto puede durar y bajo qué circunstancias pero le prometo que cuidare de Alicia como lo que es, la persona más importante en mi vida

Jaime: vaya, jamás había escuchado a una persona expresarse de la forma en que usted lo hizo, desde el día que se presentó aquí valiéndole un comino si pudiera tener problemas solo por estar cerca de mi hija, supe que era una buena persona, hoy sé que mi hija está en buenas manos, yo no puedo prometer mucho si mi esposa se entera de esto, quizá ella será la primera en reparar

Carmen: ¿sabe? Eso es algo de lo que menos me interesa, quiero estar con su hija y si ella también así lo desea no habrá alma que pueda impedirlo –mis ojos estaban cristalizados y no duraron tanto para soltar las lágrimas, sin duda alguna el padre de Alicia reacciono de la mejor manera ante esta situación, algo que ni ella ni yo habíamos planeado sin embargo marchaba mejor de lo que pudimos imaginar, no había duda debíamos trabajar en que esta situación no se nos fuera de las manos y por un tiempo seguir ocultándola pero con una muestra de apoyo muy valiosa para ella-

Jaime: son ustedes muy valientes en verdad, gracias por amar a mi hija de la forma en que lo hace –se levantó del sillón y me abrazo fuertemente, me refugié en sus brazos soltando aún más mi llanto y agradeciéndole por esa oportunidad que le daba a mi vida de poder estar cerca de la persona que más amaba y era totalmente correspondida, la voz del médico de Alicia llamo nuestra atención, nos separamos escuchando atentos sus palabras-

Medico: buenas noches, como saben Alicia ya está consciente, le hemos analizado y se encuentra estable, la tendremos un par de días en observación y dependiendo a su evolución podremos darle de alta

Jaime: muchas gracias por avisarnos doctor

Medico: no hay nada que agradecer, si gustan pueden ir a descansar, el día de mañana podrán verle de nuevo

Jaime: gracias nuevamente

Medico: con su permiso –sonrió mientras se alejó-

Jaime: creo que deberíamos ir a descansar un poco, Alicia esta mejor y nosotros necesitamos darnos un baño y dormir un poco

Carmen: yo preferiría quedarme aquí

Jaime: no podría dejarle aquí sola, vamos a descansar que mañana Alicia querrá vernos mejor que hoy –realmente no quera alejarme de mi pequeña, pero pensándolo bien, necesitaba cambiar mi ropa, darme un baño e intentar dormir un poco ya que esos días habían sido complicados para poder hacerlo-

Carmen: está bien –salimos del hospital él se dirigiría a un hotel para poder bañarse descansar y pasar la noche por lo visto no quería regresar a casa y en parte eso me dejaba tranquila ya que su madre no insistiría en venir al hospital, ya que tenerla aquí me haría complicado para estar cerca de Alicia, me dirigí hacia el estacionamiento me subí al auto y conduje hasta mi casa, al llegar aparque el auto y baje soñolienta, abrí la puerta de la casa encontrándome con la correspondencia en el piso, levante los sobres encontrándome un sobre que provenía de mi madre, decidí no darle algún tipo de importancia y me dirigí a tomar una ducha, fue algo tranquilizante sentir el agua recorrer todo mi cuerpo, aunque a estas alturas pedía únicamente tener a mi pequeña recargada sobre mis hombros para poder sentirme plenamente tranquila, sabía que pronto tendría la oportunidad de tenerla de nuevo entre mis brazos así que eso me hacía sentir feliz, salí de la ducha colocando mi pijama me recosté sobre la cama admirando aquel porta retratos que Alicia me había regalado con nuestra foto juntas se encontraba sobre mi encimera, admiraba su carita angelical y recordaba con mucho amor aquel día, estos días definitivamente habían sido complicados lo que me hicieron caer rendida ante el sueño abrazando aquella foto, esperando con ansias poder verle de nuevo.

Mi Profesora..... Mi Gran AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora