Step by Step ~•JuNo

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--¿Les parece ir a mi casa a ver alguna película? – Preguntó Hoshi a su grupo de amigos que sentados en el pastó esperaban sus siguientes clases, a veces los bloques libres en la universidad eran demasiado largos.

--Yo no tengo nada que hacer, voy... ¿Chan te unes? – Habló SeungCheol a su hermano quien había ido a entregarle algo a Jun que anteriormente le había prestado.

--Claro no hay problema –Aceptó el menor –Yo me tengo que ir ahora, pero a la salida nos vemos, adiós – Avisó Chan volviendo a donde sus amigos para entrar a sus clases.

El día en si pasó normal, con sus clases, recesos y lo que eso conllevaba, al terminar el pelinegro se despidió de su grupo y se juntó con su hermano y Jun.

Riendo y empezando a caminar a la casa de SoonYoung.

(...)

--De acuerdo tenemos la comida y las bebidas ¿Algo más? –Preguntó Joshua dejando los vasos y las bebidas en la mesa de centro que el de rasgados ojos tenía.

--Creo que no ¿Qué película vamos a ver? Si les soy sincero no ando con ganas de ver romance hoy – Comentó JeongHan mientras tomaba algunas de las galletas que habían comprado.

--¿Alguna de terror? A casi todos nos gustan, además me apetece gritar un rato –Rio Wonwoo abriéndose una bebida energética.

--Por mí y Jihoon excelente, de hecho, hoy es un muy buen día para gritar, tus vecinos no están...pero ¿Chan, estarás bien? – Preguntó SeungCheol a su hermano quien solo asintió sonriendo, ganándose una mirada confundida y preocupada de JunHui.

Claro que iba a estar bien, solo era una película de terror.

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Odiaba el terror, realmente lo odiaba a un nivel que quizás no era ni sano para su salud mental.

Aquella sensación de angustia he incertidumbre al ver como avanzaban las tramas de las películas, libros, cuentos, situaciones, el no saber qué cosa te estaba asechando para poner en peligro tu vida, la forma en que a cada susto su corazón parecía trabajar el cuádruple haciendo que su pecho doliera y se ahogara en el pánico de no poder respirar a causa de las lágrimas, su nula capacidad para separar la realidad con la fantasía de aquel horror era problemática, era imposible en todos los sentidos para el disfrutar algo de ese género, la pasaba mal, no le gustaba.

Y desde que nació fue así, sus padres le contaban que a cualquier sustito que le dieran podía llorar horas y horas, le contaban que cuando niño la oscuridad le aterraba más que a otros niños de su edad, que no podía ver las máscaras en Halloween sin paralizarse y orinarse encima, que cuando sus tíos o primos le ponían a ver películas él corría aun con las burlas de que a su edad ya tenía que ser valiente.

Cuantos Halloween no celebró junto a su hermano, cuantos dulces perdió, cuantas fiestas adolescentes y noches de películas dejó pasar.

Él era valiente, era él primero en pensar de forma lógica y no someterse ante la situación inminente de peligro, pero el terror era otra cosa, el miedo atacaba por dentro, molía el cerebro y te dejaba sin un final, en una situación de peligro o vives o mueres, el camino termina, con el terror no, el susto te lo vas a llevar igual, toda la ansiedad y malos ratos te los llevas igual.

Y había gente que disfrutaba de aquello.

Correr era lo primero que se le pasó por la cabeza al oír lo que habían dicho dentro de esa casa, pero no podía, estaba atrapado, no podía estar a salvo de aquella tortura por él.

--Por favor, te lo ruego, sabes que no las soporto...no puedo verla...--Rogó Chan encerrado en el baño junto a su novio.

El alto lo había arrastrado esa noche a casa de sus amigos para ver unas películas y tomar algunas cervezas mientras conversaban, los demás no habían llevado a sus parejas, estas eran muy desobedientes y siempre ponían travas a sus ideas y comentarios, Chan era el único que les caía bien, además de que cada día era más bonito y al lado del alto lo hacía lucir perfecto, como el novio modelo que creía ser.