CAPITULO TRES

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Francis Blood 

Eleanor Y Park. Así se titulaba el libro de romance de la biblioteca. A decir verdad estaba muy interesante ya que te muestra cuales son los tipos de problemas que puede llegar a tener un adolecente y cuáles no, también te muestra como superarlos y darles la cara. Es una historia muy bonita sobre cómo se va formando el romance entre Eleanor y Park, los dos mayormente tienen conversaciones sobre guerra de las galaxias, o comics, la música de walkman

Pero también te muestra el realismo dentro de la ficción; Las inseguridades, el bullying y la violencia intrafamiliar. No tarde más de dos días en terminarme el libro, los siguientes por leer eran; Carrie y Mr. Mercedes de Stephen King, pero las dejaría para mañana, ya eran las 11 de la noche y mañana tenia clases. Mañana...

Si Isla llegaba a acercarse a mi tendría que evitarla digo, ya sabía de mi existencia, me había acercado más a ella y probablemente sus amigos ya se lo habían dicho a su padre por lo que no tardaría en cortarme el cuello

Me frote la cara con frustración

Si tan solo pudieras recordarme.

Pensé. No diría que todo fuera mejor, de alguna manera la vida intentaría cagar ese reencuentro pero joder, al menos sabría que me recuerda y que sabría mis razones para alejarme sabría que aun la sigo queriendo, sigo queriendo estar con ella pasar las noches bajo las estrellas...

Muy cursi. Lo sé, baje a tomar agua y me encontré con mi hermana tomando algunos dulces de la nevera casualmente no traía encima su pijama, sino un jersey ajustado combinado con un top blanco y una chaqueta de cuero

-Qué haces despierta, a estar hora Zoe? –Me recosté de la pared mientras cruzaba mis brazos

-Eso a ti que te importa, Francis-La escuche gruñir mientras cerraba la puerta y abría se, servía un vaso de agua y dejaba los dulces de lado

No era la primera vez que intentaba salirse a escondidas, ella me odiaba. Eso no era un secreto ni una sorpresa, yo la trataba fingiendo odio para protegerla, tal vez no es la mejor manera pero al menos los intentaba. Era tres años menor que yo, por lo que tenía 15 años, eso sacaba mi lado de hermano sobreprotector.

-No iras a ninguna parte. Zoe

-No puedes obligarme. –Regreso el vaso a la nevera e intento salir de la cocina. La tome del brazo no muy fuerte para detenerla-Francis, suéltame

Negué. Ella se zafo de mi agarre como si fuera toxico, se dirigió a la salida, la seguí con la mayor calma del mundo

-Le diré a nuestros padres- Se giró para verme, estaba furiosa. Tenía las cejas muy hundidas, los puños muy apretados y sus ojos brillaban de odio y rabia. Suspire –Solo quiero...

-¡¿¡Acaso me quieres joder la vid!?!-Exploto-¡Eres un arrogante de mierda Francis! ¿¡Porque todos tienes que decírselo, a nuestros padres!? DEJAME VIVIR MI VIDA

Nuestros padres no tardaron en bajar

-¿¡Que está pasando aquí!?-Nuestro padre fue el primero en preguntar

-Zoe hija...-Empezó mamá- ¿Por qué, demonios estas vestida así?

El rostro de Zoe pasó de molestia a preocupación y desesperación

-Iba a salir. –Confesé

Nuestros padres empezaron a hacer preguntas y a reclamarle

-Estas castigada. Sube. Ahora

-Mamá...

-Ya la escuchaste, Zoe. –Indico papá- Sube

No tuve tiempo de reaccionar. Zoe se abalanzo sobre mi haciendo que, mi cabeza impactara contra la escalera, mis oídos empezaron a hacer zumbidos y la palabra maldito egoísta. Te odio, eres lo peor. Empezaron a resonar por toda mi cabeza. Pero hasta ese momento en el que mis padres intentaron quitarme a Zoe de encima, donde todo eran gritos, insultos e dolores, ninguno me afecto tanto. Además del golpe. Que las palabras que soltó mi hermana en ese momento

-Como me hubiera encantado que Isla hubiera muerto en ese accidente.-Escupió con rabia- Me hubiera encantado verte sufrir. Aunque ya veo que culpa te sigue matando ¿No es así?

Mi madre se aseguró de llevarla a su cuarto y darle y sermón de su vida. Mi padre se quedó conmigo tratando de calmarme y buscarme alguna herida grave.

Lo sabía. Zoe sabía lo grave que era ese tema para mí, ¡¡ELLA SANIA LO MUCHO QUE ME DOLIA!! Y aun así me lo echo en cara. Todo por una estúpida salida.

No me aguante las ganas de llorar, mi papa me envolvió en sus brazos y trato de calmarme

-Es mi culpa papá-Jadee- Es mi culpa

Me recordó que no era mi culpa el que Zoe me odiara, tampoco era mi culpa la causa del accidente. Pero yo sabía que era falso, sabía que no era así. Que a pesar de todo la culpa estaba allí por algo y que yo el causante de todo, merecía que Zoe me gritara, merecía que me golpeara que me reclamara y que odiase

También merecía que cargar con la culpa de casi matar a la única chica que he llegado a amar, a la única de la que me enamore y de la que siempre estaré enamorado.

Empecé a temblar y me aferre más a los brazos de mi padre, me debilite más y empecé a jadear, a gritar que todo era mi culpa, mi hermana me odiaba y siempre me prometí desde el día uno que la protegería y estaba fallando, no estaba cumpliendo mi promesa era un ser muy detestable

Y no me merecía el cielo, ni tampoco el ser querido u amado.

Mamá me había aclarado todo lo sucedido con Zoe. Me sentía muy mal, por aquel comentario y porque Zoe siguiera odiandome, el cuello me ardía me había rasguñado.

El papel de hermano mayor era muy complicado, nunca me prepare mentalmente mi psicológicamente para esto, solo pensé que si la trataba con odio sería como una relación de hermanos normal

Debí darme cuenta de lo equivocado que estaba. Hacerle creer a ti hermana menor que la odias desde muy temprana edad no es algo bueno.

¿Y Si Todo Fuera Un Sueño? (Parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora