CAPITULO ONCE

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Francis Blood 

-¿Y? ¿No me invitaras a pasar? –Echo hacia atrás uno de sus mechones

Todavía estaba analizando las posibilidades de que ella estuviera aquí cuando, le respondí

-¿Qué haces aquí Miriam? –Fui directo

Frunció levemente el ceño, en realidad no me importaba ser maleducado, al menos no justo ahora, es que Miriam... Ah, es una cosa seria, muy, muy, muy seria. Suspire y ladee la cabeza, alce la mirada y cerré los ojos relamí mis labios antes de abrir mis ojos y permitirle el paso.

No dudo cuando le hice el gesto, entro casi como si tuviera la confianza suficiente para entrar y sentarse en donde quisiera.

-Mmh, sigue igual que antes. Solo que con algunos cambios más –Se encogió de hombros y se sentó, apoyo su brazo de su pierna y recostó su mentón sobre su, mano. –Como va todo cariño.

-No me digas cariño –Destaque más la palabra cariño detestaba esa palabra

¿Y si lo dijera Isla?

No responderé eso.

-De verdad Miriam que haces aquí –Repose en la pared

La sala era mediana, ni muy grandes, ni muy pequeña. Las paredes estaban pintadas de un amarillo con algunas líneas blancas que marcaban el contorno de la puerta, ventanas etc. Habían dos sillones algunos cuadros abstractos que le daban vida al lugar, las escaleras estaban más al fondo

-No te recuerdo tan grosero

-Y yo no te recuerdo tan entrometida –Señale –Y aquí estamos ¿Qué se te ofrece?

-Pues veras, estuve conversando con tu hermana ayer y...

Te dije que era tu enemiga

-No puedo creerlo, en serio Zoe...? –Mire hacia las escaleras, buscando alguna aparición de mi hermana pero nada. - ¿Qué fue lo que te dijo?

-Sabes perfectamente lo que me dijo –Se levantó para acercarse a mí –Francis, en verdad pensé que ya la habías superado

-¿Por qué no me superas tu a mí? –Dije algo furioso –Miriam, lo que suceda en mi vida no te incumbe

-¡Claro que sí! –Tomo mis manos –O acaso se te olvida lo de nosotros

Me zafe de su agarre sin ser tan brusco

-¡No existe un nosotros Miriam! Jamás existió, y jamás existirá –Intente hacerla entrar en razón –Solo amo a Isla entiende.

Me miro con amargura, odiaba que no me gustara. Entiendan algo; No puedes obligar a alguien a amarte ¿Ok? No puedes

El problema estaba justo allí, que Miriam estaba muy acostumbrada a tener a todo el mundo a sus pies, y le molestaba el hecho de que yo no fuese uno de esos. Que yo SI Me haya enamorado pero no de ella.

-¿Cómo sabes que ella te ama? –Soltó de golpe –Dime, Francis ¿Cómo estas tan seguro de que ella si te ama?

-Miriam...

-No lo sabes –Me corto –Allí tienes tu respuesta, no lo sabes porque no te lo demuestra ¿Cómo sabias que te amaba antes? ¿Por qué te lo decía? ¿Cómo estas tan seguro de que no es mentira? Si estas consienten que las personas pueden, decir palabras sin sentirlas no?

Baje la mirada, aprovechó para tomarme de los hombros y acercarse mucho más a mí. Ella era casi de mi altura, pasó una de sus manos por mi rostro y me obligo a verla

-Yo puedo amarte –Susurro esbozando una sonrisa –Puedo darte todo lo que desees, Francis

Me aleje de ella

-No. ¿Si sabes que significa un no? ¿Verdad? –Cada paso que daba hacia mí era en, vano –Porque yo no quiero nada contigo. Te lo dije y te lo diré las veces que quieras, amo a Isla y a nadie más, no me importa si eres la última persona en el mundo. Mi corazón ya le pertenece a una sola persona, creo que ya la conoces

Cuando no respondió supe que había ganado. Sonreí sin gracia y negué repetidas veces

-Puedes salir de mi casa.

-Ella no se ira –Zoe bajo de la escalera, ella es MI invitada. Y antes de que digas algo. Mamá y papá están de acuerdos –Su sonrisa no era una de felicidad, o de victoria si no, una que me gritaba que había ganado y no podía hacer nada en contra

Miriam me lanzo un beso

-Iré a buscar mis maletas –Miro a mi hermana- ¿Me ayudas Zoe?

Me echo una última mirada antes de irse con ella. Mierda.

¿Y Si Todo Fuera Un Sueño? (Parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora