CAPITULO TRECE

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Isla Thaber 

-Oh, oh mucho contacto físico, niña

Me aleje mientras acomodaba mi ropa. Carraspee

-Lo siento –Susurre, me regalo una pequeña sonrisa y me acaricio la cabeza, haciendo que mi pelo se desordenara, gruñí por lo bajo

-Pasa –Movió la cabeza para indicar su apartamento.

Entre y, joder. Me encanto el apartamento, el espacio era muy grande, tenía una barra que se fiaba de la cocina, las paredes eran de un gris oscuro que le daban un toque, tranquilo pero elegante al lugar. La sala no se quedaba detrás, había una pantalla casi plana en una esquina, los muebles eran de un color carne y la tela era casi terciopelo

Había una alfombra, ahora sí de terciopelo, con cuadros de sus colores, casi como un ajedrez algo básico; Negro y rojo. No sé qué, tenían las personas con ese tipo de colores pero creo que si llegaba a dar, el ambiente que querían. Había un balcón un poco pequeño en donde se encontraban dos sillones pequeños, una mesita en donde había un libro de... ¿Psicología oscura...? No voy a preguntar

Camine hasta la sala. En donde mi prima estaba sirviéndose otro vaso de agua

-Adoro tu casa –Me senté en una de las banqueta

Se bebió el agua de un trago. No era mentira lo que Brittney dijo abajo, tenía el pelo corto y algunas partes tenían puntas de color blanco. Esthela se caracterizaba en la familia por sus ojos, es que veraz, eran de un tono... bueno de un tono no, en si era una combinación entre esmeralda y azul. Extraña razón eran los mismos ojos que mi bisabuela.

-Sí, parto antes era una pocilga, sabes perfectamente que no soy de decorar. Me sienta mal –Hizo una mueca –Lilith fue quien trajo todo y se aseguró de ayudarme a pintarlo

-Increíble –Seguí estudiando el lugar, la cocina era más espaciosa y muy elegante

Cerro el gabinete de golpe haciendo que me sobresaltara, esa era toda su intención porque, se giró con el ceño fruncido y se apoyó de la barra, me señalo sin decir nada como si buscase a que soltara todo de un golpe.

-Habla –Ordeno

-¿A qué te refieres? –Me hice la desentendida.

-No hagas esos jueguitos conmigo, sé que ocultas algo, o para que vendrías hasta acá –Echo su pelo hacia atrás mientras me miraba ceñuda

-¿Todo para ti es un misterio?

-La vida siempre es un misterio, querida.

-¿No puedo venir y visitar a mi prima?

-Tenemos cinco años sin vernos, son las cuatro de la mañana y, para lo único que me gustaría que me visitaran es para llevarme a una maquina en el tiempo y llevarme al 76, cuando Elton John y Kiki Dee hicieron duo y sacaron Don't Go Breaking My Heart. Así que –Golpeo la mesa y volvió a señalarme –Habla.

Puse los ojos en blanco y ladee la cabeza, no la recordaba así, bueno, en realidad sí. Esthela podía predecirte muy rápido a veces la odiaba

-Mis padres se van a divorciar –Solté bajo pero con hastío. –Y mamá empezó a golpearme...

-Mierda. De verdad que es grave –Se acercó más a mí -¿Qué más?

No tuve que decirlo. Baje mi mirada y levante mi camisa casi llegando a mostrar una parte de mis pechos quienes por su puesto, estaban cubiertos por mi brasear

Los moretones se hicieron mucho más notables esta vez y palpitantes, no dejaban de doler. Esthela se levantó y se acercó a mi quiso tocar pero se arrepintió alzo la mirada hasta mí, pareció notar algo debido a que frunció el ceño y me volteo la cara

¿Y Si Todo Fuera Un Sueño? (Parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora