Misión 03: Familia Forger.

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—¿A qué te refieres con: "No tengo nada nuevo"? —preguntó Sylvia, acomodando su sombrero mientras se sentaba mejor en su silla— Quiero creer que escuché mal

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—¿A qué te refieres con: "No tengo nada nuevo"? —preguntó Sylvia, acomodando su sombrero mientras se sentaba mejor en su silla— Quiero creer que escuché mal.

Loid suspiró.

Se sentía avergonzado; en todos sus años de espía jamás había tenido que llegar con Sylvia con las manos vacías. Claro, había veces en que la información costaba más que otras, pero considerando que tuvo a Donovan Desmond en el mismo lugar que él y no consiguió ni su número de zapatos era humillante.

—Necesito más tiempo.

—¿Más tiempo? —preguntó— Diez años, Twilight. Van más de diez años en los que no ha ocurrido nada. El acercamiento que tuviste con Donovan en el cumpleaños de tu hija fue la primera vez en que conseguiste tenerlo en el mismo espacio que tú y ni siquiera lograste entablar una conversación con él.

—Lo haré mejor.

—¿Qué hay de esta mujer? Su... empleada, ¿no sacaste información de ella?

Aquella mujer que él había usado para sacar información y que le había propiciado los problemas con Yor. Lo extraño es que él quería que eso pasara, que su relación con Yor fuera rompiéndose poco a poco y aún así, el dolor de imaginarse sin ella era increíble.

—No demasiado —dijo— Desmond es bastante cuidadoso con el tipo de información que usa con sus empleados, lo que sí sé es que es muy cercano a su hijo mayor, Demetrius; eso es algo que noté en la fiesta de Anya. Además...

—¿Qué?

—Tengo la ligera sospecha de que está involucrado en otras cosas más que solo la guerra.

—Explica.

Twilight tomó asiento y comenzó a sacar algunos documentos de su maleta.

—Kaori, esta... mujer con la que estuve, me comentó que hacía no mucho había recibido un paquete que Donovan le advirtió de lo importante que era. Sabes perfectamente que hay ciertas cosas imposibles de ocultar, Kaori no abrió el paquete, pero no pudo evitar notar el olor a medicamentos.

Sylvia frunció el ceño y asintió, comenzando a ver los documentos.

—Logré hackear la computadora del joven Demetrius unos días antes del evento de Anya —explicó, mientras mostraba los papeles— Dieciocho páginas visitadas en incógnito acerca del uso de narcóticos y anestésicos.

—¿Sabes? Eso podría estar unido con la investigación que realizamos hace dos años, ¿la recuerdas?

—Claro, donde intenté ingresar como nuevo empleado y fui rechazado el mismo día.

—Ese día descubriste que la mansión es muy helada.

—Sí, más de lo que cualquier hogar lujoso podría ser —le dio la razón— De hecho, casi soy descubierto por merodear en aquella puerta cerrada. Incluso recuerdo que el aire frío de esa habitación me tocaba los pies.

Read your heart [Damianya, Twiyor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora