PROLOGO

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Nadina

Llevamos un día en camino tengo un deseo enorme de ver a mis sobrinos. Tenía varios días. En el desierto visitando a la familia de mi madre.

Mi madre gracias a ella soy como soy.

Los hombres no saben amar sólo les importa una sola cosa que le des herederos. Mi padre nunca la amo.

Pero luego miro a mis hermanos y pienso distintos. No sé cuánto tiempo me sumergida en mis pensamientos solo sentí el golpe en la carroza cuando salí. Me quede fría bedwin del desierto.

—Pero mira esta mujer. —Dijeron mirando hacia mi dirección los servidores trataron defenderme, pero fue en vano. Fueron amarrados y noqueado. Traté de correr, pero no llegué muy lejos. Cuando uno de ellos me alcanzó.

—Pero su es una fiereza. Dijo quitándome el velo.

Se quedó fijamente mirándome mientras trataba de soltarme

—Parece una diosa— Lo golpee con la cabeza

—Mi padre pedirá tu cabeza cerdo esquero. —Sentí el golpe en mis mejillas. Eso me enfureció le devolví el golpe con furia.

—No te atrevas cerdo te diriges a una noble de cuna. —Sus acompañantes se estaban burlándose —Eso lo enfureció y me sujeto por cabello. Pero si es una fiera.

Veremos cómo se las arregla cuando la venda en una taberna. Me quede fría para luego sentir El golpe en mi cabeza y todo quedó negro.

Hermes

—Príncipe es un honor verlo nuevamente dijo unos de los enviados por la casa de mi padre en Grecia.

Dulnia estaba ahí para despedirse

—Pequeño príncipe no olvides detenerte en el camino

—Siempre con tus acertijos— dije. Pero ella no sonrió como siempre lo hacía. Mas bien en sus ojos había una mirada peligrosa.

—Aprenderás a amar en tierras ajena.

—Nunca quisiste mostrarme a la diosa de ojos azules. Se me terminó el tiempo bello bruja.

—Las arenas te la pondrá en frente nuevamente príncipe

—Ahora debes de irte las arenas tomaron e iniciaron a girar.

Todo el camino pensé en las palabras de Dulnia.

Dos días entramos a una taberna. Para comer algo. Si madre me ve en un lugar así entraría en pánico. Se escuchaba un alboroto en todo el lugar mire hacia donde estaba el alboroto.

—¿Qué pasa?

— Subastan a una mujer— dijo mi ayudante de cámara.

-—DOCIENTAS LIBRAS POR ESTA FIEREZA DEL DESIERTO. ESTA NUEVA VIRGEN. Y ES NOBLE DE CUNA.

La mujer se defendía, pero la tenía bien sujetada.

—Suéltame cerdo. — Era una fiera

Para que la vean ustedes mismos le retiró el velo y la sala quedo en silencio. Era ella

Era mi diosa bella.

—Trescientas— libras dijo uno

—Mi padre va a rebanarte como un cerdo.

Se escucharon sus amenazas. Las ofertas iban en aumentos.

Párate en el camino las arenas están girando. —Las palabras de Dulnia. Llegaron a mi mente.

—Tres mil libras por la diosa de las dunas el salón quedó en silencio.

—La una

—A las dos

—Tres. ¡Vendida al caballero del fondo!

—Puede pasar por su premio caballero.

Hermes. Vi como susurro en sus labios.

. ¿Me acompañan por esta aventura por la bella Grecia?

PASIÓN GRIEGA EN LAS ARENAS DEL DESIERTO ARABICO. (Trilogía Pasión Y Cultura #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora