PASIÓN GRIEGA EN LAS ARENAS DEL DESIERTO ARABICO. (Trilogía Pasión Y Cultura #3)

Capítulo 24

Arabia

Los niños veían como las mujeres estaban en pánico hasta una ya se había desmayado par asustarse.
—¡Por Allah madre es inaudito hay que sacarlas de ahí! —dijo la hija menor de Hadarah.
—Pero si iba a incrementar la tormenta de arenas— dijo la mayor de las hembra con malicia.
—No ves que hay una como muerta– dijo su hermano Hassan riendo con saña. Los ojos de los niños tomaron su olor habitual y corrieron hacia las mujeres. Que habían entrado en pánico.
—Por los dioses sáquennos de aquí esa tormenta casi nos traga. Y el sol me esta quemando.
—No podremos salir hay tormenta de arenas caminaremos hasta las duna. No queremos encontrarnos con bedwin del desierto.  —Dijo la gitana
—Además hay que despertar a su hermana que parece que está ausente.
Caminaron por alrededor de dos horas por las Arenas del desierto sin descanso alguno. Todos ellos sabían  dónde irían. De hecho estaba cerca solo por hacerle la maldad dieron vuelta alrededor de la duna.
Cuando estaba cayendo la tarde se apiadaron de las chicas e ingresaron a las dunas Junto a esta había una cueva que estaba ambientada tenía un pequeño manantial que surgía dentro de las piedras y mantas todos ya habían venido ahí Excepto las visitantes.
—Chicas están cansadas y necesitan descansar dijo tienen Hadarah todos se ocuparon de refrescarse por las altas temperaturas del sol. No tenían quemazones como las demás que se les había irritado las piel por estar tanto tiempo expuestos al sol.

Nadina

Íbamos de camino al castillo yo estaba feliz por mis hermanos.
—Mi esposa la gitana dio a luz de imprevisto cuando se entero de tu desaparición —me alarme— Pero gracias allah  todo fue un susto, mi pequeña  está bien aunque no he podido pasar tiempo a mi familia ya que te secuestraron, pero por lo visto estás bastante bien.— dijo a ver tu frustración.
—Hermano— dijo Fadil
—Es cierto sabes que no me gusta salir del desierto es como si morir fuera una tentación, además todas esas personas. Paganas. Y para colmo nos enteramos qué no estas secuestrada.—dijo exasperado
Yo bajo la cabeza avergonzada. —Lo siento en hermanos no fue mi intención —dije con lágrimas en los ojos.

—Me secuestraron me vendieron cómo a una esclava, me trataron como a una esclava. Luego Hermes me compro. Pero para el poder comprarme tenia que casarse conmigo y así lo hizo me salvo por  a si decirlo.

No podía regresar a Arabia me iban a repudia si me divorcio. La sociedad me iba a condenar. Iban a condenarlos
—¿Repudiarte? ¿Quien se atreverías a hacer tal cosa— dijo Sadiq.

—Escúchame bien hermana eres Nadina Ferab la hija del Emir del desierto.  Nadie que se atreva a señalarte quedará vivo. Lo juro por allah —Dijo Fadil

Llegamos al Palacio y Hemos recibido por mi suegra de tu cara no era de amistad miro a mis hermanos como si se tratara de la plebe —Ahora traes a extranjeros a nuestra casa— Dijo sonando enojada mis hermanos me miraron asombrados por la forma en como ella. Se dirigió hacia mí.
—Atenea hazme el favor de avisarle a Hermes que tenemos visita y que lo voy a esperar en el jardín dije dirigiéndome hacia mi cuñada.

—Te estoy hablando niña tonta no me ignores —dijo mi suegra cuando vio que no le respondí nada yo ya estaba perdiendo la paciencia mira —señora le recuerdo que yo soy la señora del Castillo, y si quiero sacarla ahora mismo lo hago, así que lo recomiendo que cuide bien sus palabras. Sino quiere que hable con Hermes y la saque. Le recuerdo lo que hizo y el padre de Hermes está que enojado con usted  por lo que está hizo— le dije con toda la malicia del mundo.

—Ahora si no quiere empeorar su situación salgase de mi vista.
—Maldita salvaje me la vas a pagar. Dijo retirando se. —Alto ahí— dije deteniendo su caminar.

De ahora en adelante solo tendrá una sola dama. Las demás damas de compañías serán distribuidas por todo el castillo.
—No te atrevas…—Si me atrevo le recuerdo  que la señora del Castillo soy yo. Y te vas a dirigir a mi como señora.

—Vamos —dije a mis acompañantes que me Observaban con asombro.

—¿Quién es esa vieja? —preguntó mi hermano Sadiq—Es la madre de mi esposo no me soporte me ha hecho la vida imposible pero desde anoche los papeles cambiaron cuando me desquité todo lo que me había hecho— dije yo caminando de manera erguida
Para cuando llegamos al jardín ya era Hermes estaba esperándonos. Me estaba sonriendo pero cuando vio quién estaban a mi lado esto también dio un paso hacia nosotros pero mis hermanos cerraron cualquiera probabilidad te acercaste a mí —He de suponer que tú eres Hermes —Dijo mi hermano me llevo mirándolo seriamente.

— Supone bien caballero— dijo verme de manera educada pero sabía que él no estaba enojado porque no le permitieron acercarse a mi .

— Ustedes son algunos de los emisarios que mandó el señor a ver a mi esposa— se equivoca vine por mi hermana y no me iré sin ella —zanjó de golpe mi hermano mayor.
—¿Qué? —dijo mi esposo alarmado —Me voy a llevar mi hermana— dijo mi hermano mayor pero vi cómo la cara de mi esposo se tornó Román
—No puedes hacer esto porque es mi esposa— dijo Hermes me enojado pero mi hermano mayor le superaba en tamaño y solamente se ve observan nada —¿Y quién me lo va a impedir?— Preguntó mi hermano mayor.

—Ella es mi esposa— dijo enojado Hermes y mi hermano sacó un papel estos bolsillos.
—Ella es tu esposa, pero no era manera honorable tú estabas en Arabia la compraste sí tengo que retribuirte el dinero que pagaste La 3000 monedas de oro te la voy a retribuir, pero si fueras un hombre honorable no lo hubieses sacado de allá sin sus documentos y sin la bendición de su padre y familiares  porque estoy seguro que sabias que ella era una noble. Aquí está este papel puedo llevármela por las buenas o puedo desafiarte a un duelo muerte y créeme soy muy bueno— dijo mi hermano no sabe nunca lo había visto así había escuchado que él era sanguinario Con mi padre no por nada lo llamaban los señores del desierto porque eran extremadamente salvajes yo ya  estaba asustada.

—Hermanos…—¡Cállate Nadina!—rugido enojado me encogí en mi lugar
Por supuesto que puedo
—No puedes hacer eso– dijo Hermes.
Por supuesto que puedo soy un príncipe de los Emiratos árabes y soy el guarda custodia de Nadina ella en pocas palabras debe estar donde yo estoy a menos que llora libere para mañana la quiero en un avión directo Arabia y contigo a su lado Porque iremos a visitar a padre— dijo mi hermana y todo mi cuerpo temblor sabía que él no estaba haciendo una suposición él estaba ordenando algo.

Todo lo que decías a mí hermano era cierto yo estaba bajo su custodia desde que mi madre murió en pocas palabras él podía disolver el matrimonio y Hermes no podría hacer nada así eran las leyes.

—Hermana para mañana al atardecer te vamos a esperar en el hangar he de suponer que tu esposo sabrá dónde encontrarnos iremos a Arabia– dijo él arrasándola y yo ya estaba llorando porque no íbamos a separar nuevamente y luego. Sé giró hacia mi esposo— y te recomiendo que pongas Mantengas a tu mamá lejos de mi hermana, si ella no quiere saber cuán salvaje podemos hacer los árabes o cuan salvaje podemos llegar a ser los hijos del señor del desierto.

Y así salió él acompañado de mi hermano cuando se fueron él. Se acercó a mí —¿cómo ellos llegaron aquí?— fue lo único que preguntaron– mis hermanos siempre sabrán o llegar a nombre de usted Esto no por segundo ahora duermes todo lo que dijo mi hermano es cierto él puede hacer disolver en matrimonio y yo no podría hacerla así que mañana iremos a Arabia y podrás conocer y padre.

—Bien te dije que mi sobrino eran especiales y quizás no me creíste o me tomaste por loca pero así como ustedes tienen la creencia en el oráculo de nosotros tenemos ciertas creencias en la sacerdotisas y en familia hay dos.
–¿Qué vamos hacer?
Hacer lo que mi hermano ordenó sí es esposo porque mi hermano ordenó porque te puedo asegurar es que si no hacemos lo que él dijo va al disolver el matrimonio y no te gustaras saber hará saber lo que sucederá después.
A mis hermanos lujan los hijos del señor del desierto y en algunas partes lo llaman los ejecutores del señor del desierto puedo asegurarte de que son tan sanguinarios como voluntarios nadie. Se mete con su familia y que sale en eso esposo Dije para luego rescotar mi cabeza en su hombro.

Las Arenas del desierto están girando y. Sé cierne una terrible oscuridad sobre la vida de Nadina aprenderán a amar a en tierra extraña