CAPÍTULO 21

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Capítulo 21

DOS FUEGOS.

Mis amigas se habían mantenido al borde del asiento con lo que les conté, seguían incrédulas con todo lo que me sucedió desde que llegué a la ciudad, poco a poco fueron atando conjeturas, comprendieron el porqué de la actitud de Terry desde entonces, había cambiado ciertos hábitos como estar casi siempre en la cafetería o que nos encontráramos por «casualidad». Annie se sobresaltó cuando les dije lo del beso y me lo cuestiono en varias ocasiones, si no fuera mi amiga habría pensado en sintió envidia. También les conté sobre mi encuentro con Anthony en Chicago y se pusieron furiosas cuando les dije que Neil trato de sobrepasarse conmigo «es una basura», Paty estaba muy indignada. Al final no estudiamos casi nada, pero me la pasé increíble con mis amigas el hablar con ellas había sido liberador.

Las evaluaciones nos absorbían el tiempo y del trabajo mejor ni hablar, pero me había acoplado muy bien con mis obligaciones, esto es lo que realmente debí haber hecho desde que llegué a la ciudad y no vivir cómodamente a espaldas de alguien, como lo estaba haciendo.

̶ Te acabaras las manos limpiando la mesa – Dorothy me saco de mis pensamientos.

̶ Ya casi terminé – traté de fingir mi distracción. En ese momento se escucharon murmullos de algunas chicas llamando la atención de Dorothy quien levanto la vista.

̶ Siempre es así – la frase que dijo mi amiga me desconcertó – ¡Hola Terry! – cuando escuche ese nombre sentí que el corazón se me saldría del pecho.

̶ Hola, Dorothy – se acercó a donde estábamos, termine de limpiar la mesa y me aleje. Dorothy y Terry se sentaron precisamente en la mesa que limpié.

̶ ¿No piensas atenderlo? – una de mis compañeras me cuestiono al ver que me había quedado inmóvil como una estatua – si quieres lo hago yo – sonrió con coquetería.

Como no queriendo tome un menú y fui a llevarlo, cada que lo tenía cerca las piernas me temblaban, como ahora.

̶ Le traigo el menú – lo deje en la mesa.

̶ Gracias – respondió sin siquiera voltear a verme.

«¿Qué le pasa a el chico ardilla?» primero me lanza un beso y ahora, me ignora por completo, estaba tan contrariada que le pedí a mi compañera que terminara el servicio, Terry sabía cómo ponerme de malas, pero en parte lo entendía ya que había sido muy fría y descortés con él. Dorothy y él siguieron platicando por largo rato, en cuanto el cielo oscureció se marchó sin siquiera mirarme.

La hora de terminar mi turno casi llegaba, Dorothy tenía un compromiso en una galería de arte, me invito a ir en cuanto saliera del trabajo, lo estuve pensando, al final decidí no asistir ya que me sentía muy cansada.

̶ Candy, puedo pedirte un favor – el subgerente me hablo, ya estaba poniéndome la mochila en el hombro.

̶ Claro – esperaba no me dijera que me quedara horas extras.

̶ Puedes sacar estas bolsas y ponerlas en el contenedor – mire las bolsas.

̶ Sí – no me molesto hacerlos, solo eran bolsas con más bolsas adentro. Las tomé y me dirigí a la salida del personal, que era por uno de los callejos laterales, avente las bolsas en el contenedor como si fueran pelotas – Candy 1, contendor de basura 0 – celebre mi triunfo y me reí.

̶ Nunca dejas de sorprenderme – esa voz me había tomado por sorpresa y me asusté, cuando día la vuelta sentí que las piernas se me doblaban ya que Terry estaba ahí, esperándome – eres demasiado simplona – se río.

̶ ¡Sí!, lo soy – respondí cortante.

̶ Estas muy a la defensiva – expresó Terry por mi reacción, «¿Acaso es muy notorio?»

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