¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Omega de verdad
- Dios, esto es muy fuerte.
Escupió el alfa delante de ella al verla retorcerse en sus sábanas, con el cuerpo caliente y el pecho subiendo y descendiendo. Él después de reprenderla solo se dedicó a tomar paños húmedos y colocárselos en la frente aunque sabía que no serviría de nada.
- Gracias, Chris - articuló Sana aún tirada, sintiendo su piel sensible ante el frío. Estaba agitada a un paso de estallar, su hermano lo supo porque no era la primera vez quela atendíaen su celo.-. ¿A... Qué hora llega p-papá?
- Ya va a llegar, intentará traer supresores - se detieneun minuto sacando el pedazo para colocar otro en su frente.-. Sana, tal vez deberíamos llamar a Jihyo y...
Las feromonas de celo lo estaba hostigando un poco mientras la alfa rubia empujaba la cabeza negando instantáneamente.
- N-No - jadeó decidida-. No necesito a una omega, yo podré p-pasarlo s-sola...
Christopher iba a remitir algo al respecto pero un golpe en la puerta lo saco de un lado, ambos hermanos giraron su rostro vislumbrando a otro alfa entrar a regañadientes. Su gran abrigo negro que lo cubría fue estampado por el perchero, cuando lo dejó colgado caminó hasta la mesa que estaba al lado del mayor de sus hijos y desenvolvió el nudo de esta.
- Deberías traer a tu omega para que ella te atienda, no puedes hacer lo que ella quiere - se acercó a quitarle los paños de su frente. -, tú eres la alfa de la relación y ella la omega, debe hacer lo que tú pidas.
- Papá no empieces. - rogó ella con un hilo de voz.
El hombre mayor suspiró
- Solo te faltan unas diecisiete horas, campeona tu puedes - alentó con una voz paternal entonces y la alfa agradeció en su interior-. Christopher, llama a tu tío Jeon, hoy pasaremos la noche ahí otra vez.
Si bien sabía, a él si le interesaba como estaba su cachorra pese a que el alcohol a veces le juegue en contra y lo destape como un hombre avaro y alfista con su familia. Sin embargo, Minatozaki los quería, aunque sus demostraciones exactas no la ayudaban. Para Sana él era un mal padre por ello y no era como si no lo aceptara.
Lo era.
- ¿T-Trajiste los supresores? - susurro de repente su hija y Marcos se sintió miserable.
Él no los pudo robar en esta ocasión.
[ . . . ]
Hoy Sana había faltado a clases un día después de ver la película y Jihyo estaba alicaída.
Sus amigas la presenciaron de un comportamiento bajoneado, los hombros de la omega no se sacudían y sus saltos hiperactivos no daban efecto. Era como si su amiga las hubiera estafado con su personalidad todos estos años y ahora resultaría ser otra.