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Camisa + Jihyo = Todo

¿Sexo suave? ¿A qué se refería Sana?

Jihyo iba a decir algo al respecto a su comentario. Felix le habíaexplicado un poco aquella técnica antes de pasar el celo de la alfa conella, pero su cerebro no logró canalizar mucho la información por elapuro y terminó por confundirse más y más. Cómo sea, Sana estaba algorara desde que le preguntó si conocía el sexo suave, es decir, más rarade lo normal.

Era otra tarde luego de clases, sin tareas o deberes. Jihyo con sus manossobando sus brazos mientras tenía un puchero en los labios por el frío,su madre había llegado hace unos días de viaje y no había dudado enacorralar a Sana en un cuestionario total desde que vio la marca prendidaen su cuello, preguntándole cosas personales que no quiso recordar porqueera vergonzoso, pero, era su mamá, qué se esperaba de ella si era unaomega chiflada. 

Dejó de pensar cuando escuchó una voz.

─Hyo ─se acercó rápidamente ella con la frente perlada, su flequillototalmente húmedo. Estaba recién salida de la ducha al parecer, porquealgunas gotas resbalaban por su rostro. Jihyo olisqueó el aire y serelajó al captar el aroma de su alfa─. ¿Tienes frío?

La omega negó temblando un poco. 

─Claro ─murmuró ella, tomando su bolso para rebuscar algo. Cuando loencontró posó una sonrisa en su rostro y se lo extendió a su omega─.Toma, es mi camiseta favorita, pero puedes ponértela tú ¡es el númeronueve!

Inmediatamente, una camiseta cubrió su delicado cuerpo, cayéndole largohasta un poco más de las rodillas. El cabello de Jihyo se despeinó unpoco por ello, pero no pudo evitar sonreír ya que el aroma impregnaba elde la alfa, sintiéndose segura la prenda prestada.

─Te queda lind-

La alfa no pudo terminar porque la omega se había abrazado a su cuello,colgándose y buscando más de su pareja. Ella hunde la nariz en la marcade su omega y regocijando su loba en el acto gracias a la presencia de laotra, se sintió feliz. Feliz de que Jihyo este hasta ahora a su lado,feliz de que la omega use su camiseta favorita porque realmente creía quepodía ver estallar su pecho al tener dos cosas importantes en una solavez.

El silbato las sacó de su ambiente, pues al parecer el siguiente grupo enentrenar eran los de baloncesto.

─¿Cómo te fue hoy en tu escuela? ─le cuestiono Sana con verdaderointerés, sentándose a su lado en las gradas.

Jihyo frunció el ceño.

─Normal ─la omega se crispó de hombros, sin embargo, luego hizo una muecatriste─. Aunque... hoy no te pude ver en receso.

La alfa dio una gran sonrisa

 ─El equipo se está esforzando para representar la escuela ─le dijo Sana,orgullosa─. ¡Incluso creo que estamos mejorando comparado a lo que éramosal inicio!

Y Jihyo volvió a sonreír, porque a veces amaba esa faceta de su alfa, esafaceta donde se dejaba expuesta como una niña pequeña en busca decontarle a alguien lo que hace bien, lo que le gusta.

A Jihyo le encantaba la idea que sea ella a quién se lo cuente

 ─No soy fan de los deportes, pero estoy segura de que eres una de lasfichas más importantes del entrenador ─concedió la omega, con una sonrisasuave en el rostro─. ¡De seguro eres buena, Satang!

─No es por presumir, soy la mejor ─contestó Sana, acercándose asusurrarle algo a Jihyo─. Pero es porque tengo la mejor inspiración detodas, y justamente está al lado mío.

Bien ¿Jihyo podía sentir su rostro hirviendo?

Hubo un rato de silencio entre ambas luego de lo que dijo Sana. Latimidez volviendo a su cuerpo y sus mofletes rojos de la vergüenza, sinembargo era vergüenza de la buena. A veces Jihyo sentía que no merecía aSana, de sus buenos tratos o de sus palabras bonitas. A veces no sabe quéhizo para que la Luna le dé una alfa dedicada, linda y tierna, noobstante, lo que sí sabe es que no podría haber mejor opción.

No podría haber una persona que ocupe el lugar de la rubia en su vida.Ella era única, era todo lo que consideraba cómodo o bien para ella. Erasu alfa. Su destinada.

Su pequeña mano había tomado la suya, diciéndole discretamente que yaquería irse del campo. Sana comprendió, asintiendo mientras apretaba lamano de Jihyo, y se dijo mentalmente que siempre en su vida la sostendríacada vez que pudiese.

El cielo tenía un degradado rojizo oscuro, el sol se ocultaba y unapareja de alfa y omega estaban simplemente caminando al lado de la otra,Jihyo inclinando por momentos la cabeza por el hombro de Sana aunque estano llegase por la altura.

Tal vez todo habría estado tranquilo, tal vez hubieran llegado así hastael hogar de la omega y hubiera sido un día más.

Sin embargo... 

─Quiero ir hoy a tu casa ─dijo Jihyo de repente.

Sana paró en seco, confundida.

Jihyo hizo lo mismo.

─¿Qué? ¿Para qué?

─Creo... creo que estoy lista para conocer a tu papá, Sana.

❝𝐒𝐎𝐅𝐓 𝐒𝐄𝐗❞ ── ( 𝐒𝐀𝐇𝐘𝐎 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora