PREFACIO.

619 51 5
                                    

Mi cuerpo arde con las heridas que me abundan, la sangre caliente se desliza por mi rostro y por mi cuerpo cubriéndome casi completa.

No puedo sentir las extremidades, pero a pesar de todo eso, el dolor que siento es en el corazón. La traición y el luto calan en lo más profundo de mi alma, oscureciéndola.

—Oksana, por favor. —Suplico.

—Calla.

—Estoy suplicando, soy tu hermana, eres mi sangre...

—No soy tu hermana, soy el Boss de la mafia rusa. —Blande la hoja de metal que me va cortando los muslos—. ¿Sabes algo? Desde pequeña siempre soñé verte así, suplicando.

Mi voz no sale ni siquiera para gritar por sentir la navaja cortar capa por capa mi piel. Esta es una traición que jamás superaré.

Se pasea a mi alrededor calentando el hierro para marcar ganado. Este se usa en la mafia rusa para indicar traición, con la forma de una serpiente.

La tortura aumenta cuando levanta mi camiseta y empuña el hierro.

—¡Oksana, yo no merezco esto! —Las cadenas que extienden mis brazos dejándome de pie tintinean con mi intento de alejarme.

—Lo sé, esto lo merezco yo —observa el hierro casi naranja por el caliente—, pero la vida no es justa, hermanita.

La burla está latente en su voz.

—No. No. N-no... —mis palabras se ahogan en un grito desgarrador que llena la habitación cuando pega el hierro caliente debajo de mis pechos, en mi costado izquierdo.

El hierro caliente me quema la piel haciéndome estremecer mientras ella sonríe ejerciendo más presión. Me remuevo presa del dolor entre gritos, aparta el hierro y siento el ardor en seguida.

Mis quejidos aumentan y las lágrimas empapan mi rostro. Esto es humillante y degradante. Algo que yo jamás debería estar viviendo. Me duele tanto que sea por la mano de mi propia sangre, de mi hermana y de la persona por la que estaba dispuesta a morir.

La observo casi sin distinguir su rostro por lo empañados que estas mis ojos. Unos hombres se acercan soltando las cadenas y dejándome sin fuerzas en el piso. Ni siquiera tengo fuerza para levantarme.

Ella se acuclilla frente a mí, toma mi cabello en un puño obligándome a mirarla. La mirada tierna y cálida que siempre vi es totalmente remplazada por una fría y sanguinaria.

—Oksana, padre acaba de morir —susurro—, ¿cómo puedes hacerme esto?

—Ese viejo murió por mi mano y tú lo harás igual —me suelta levantándose, ubica la bota sobre la marca de serpiente y ejerce presión aumentando el dolor—, Увидимся в аду, сестричка.

«Nos vemos en el infierno, hermana».

No tengo la fuerza ni mental ni física para levantarme, todo mi ser está harto de vivir, aunque el odio que siento es más fuerte que eso.

Odio que Oksana Zmeya acaba de ganarse.

—Quemen todo con ella dentro. —La escucho ordenar—. Y si quieren divertirse un rato, adelante.

Mi instinto de supervivencia me hace ponerme de pie cuando veo a los hombres poner candado a la reja y empezar a tirar gasolina alrededor.

Pero el miedo es el que sale hasta por mis poros al verlos acercarse, son cinco hombres fuertes y altos. Yo tengo el entrenamiento para defenderme y poder acabar con los cinco en minutos, pero estoy moribunda, llevo dos malditos días encerrada aquí siendo torturada. Ya fui golpeada, amordazada, humillada, marcada y ahora será lo peor, seré abusada por estos hombres...

No puedo terminar así. La historia de Irina Zmeya no puede acabar así. La serpiente rusa no morirá aquí, no aún.

Irina Zmeya nació con la corona sobre su cabeza, siendo la primogénita de Velkan Zmeya, nació destinada a liderar en la cúspide de la mafia rusa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Irina Zmeya nació con la corona sobre su cabeza, siendo la primogénita de Velkan Zmeya, nació destinada a liderar en la cúspide de la mafia rusa.

Entrenada desde los tres años para ser una arpía, una diosa, una serpiente. Entrenada para matar, no para amar.

Cometiendo su primer asesinato a los seis años y su primera masacre a los diez, siempre guiada y acompañada por su padre. Tan letal, escurridiza y ágil como una serpiente.

Pero cometió un error garrafal y ese fue amar. Amar a su sangre, a su hermana y la persona en quien más confiaba. Oksana Zmeya, destinada a ser underboss de la Bratva y la sombra de Irina.

Una traición que desató este caos y dio paso a esta Tentación Veneno sin brechas para el amor o la compasión.

Ahora solo irá en busca del título, el poder y el respeto que le pertenece.

«Porque de esta tentación nadie se salva y de este mundo nadie se va sin pagar».

«Porque de esta tentación nadie se salva y de este mundo nadie se va sin pagar»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tentación veneno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora