COVID-19 Primera línea

Capítulo 8 - El Planeta, el Principal Beneficiado.

A casi tres años de los primeros casos oficiales de un nuevo coronavirus causante de una extraña neumonía que tuvo origen en China (posteriormente se habló de otro posible) llamado Sars-CoV2 por su similitud con el virus del SARS que afectó mayormente a Japón en 2002, ha ocurrido una infinidad de eventos remarcables pues desde negación, resignación y por último normalización, sin embargo esto no es nuevo ya qué gradualmente cada cierto tiempo ocurren hechos similares que a pesar de todo, no hay aprendizaje alguno.

Covid-19, ébola, Marburgo, peste negra, cólera, hepatitis infantil, viruela del mono y por último Legionella, enfermedades virales o bacterianas que provocan mortalidad en menor o mayor escala dependiendo de la condición de salud del huésped, esto afecta principalmente a personas con enfermedades crónico degenerativas, las cuales por obviedad deben tener un mayor cuidado, sin embargo las cosas no suelen ser así sino lo contrario, son los que tienen menor conciencia y demandan mayor atención médica.

Personas tosiendo a los cuatro vientos, mascarillas debajo de la nariz o en el cuello sumamente gastados, se ha hecho el día con día en esta "nueva normalidad" la cual sigue sin poder volver a una vieja normalidad... que no ocurrirá de nuevo. La gripe es la "culpable" de todos los nuevos casos de contagio mayormente de Covid-19, y es que sigue siendo un tabú escuchar que alguien está infectado o presenta síntomas, menospreciando el suceso con un "es solo gripe".

Semana a semana, como ha sido habitual en los últimos años, surgen todo tipo de noticias, como había escrito antes, no sé si se deba a que ahora hay una mayor investigación sobre virus y bacterias pues se descubren contagios de varios de ellos que se creían extintos o simplemente pasaban desapercibidos, pero deja en evidencia la libre circulación de estos y sus efectos, que en cualquier momento se puede volver una crisis mundial, una epidemia... una pandemia que arrasa con todo.

El sector salud quedó mermado, las evidentes carencias quedaron demostradas, se vio que ningún sistema mundial estaba preparado, a pesar de tener meses de antelación, incluso China construyó un hospital en diez días para hacerle frente a la pandemia, pero ni Europa, Asia, África o América estaban preparados, ni el material, áreas y sobre todo personal insuficiente, hacía nuestra labor muy complicada puesto que había que reutilizar mascarillas e intentar esterilizar nuestro ya contaminado traje. La empatía de la población se comenzó a notar cuando el ambiente estaba tenso, los casos exponencialmente altos y las UCI llenas, pero al ver un ligero descenso la pregunta era ¿Es bueno o malo? ya que a la menor provocación la gente quería salir a la calle, la mayoría lo tenía que hacer por trabajo y ocupaciones, lo cual es 100% entendible, lamentablemente el resto lo hacía simplemente por ocio y hasta morbo para ver "que estaba pasando" pese a las advertencias de quedarse en casa.

Los años pasaron y las similitudes con siglos anteriores eran espeluznantes, desde las epidemias cada 100 años, acompañado de crisis y en algunos casos de guerras, para no ir tan lejos, está la gran plaga de Marsella en 1720, la pandemia de cólera en 1820, la gripe española en 1920 y ahora el Covid-19 en 2020, sabiendo que anteriormente la viruela y la peste negra ya había tenido presencia causando muerte y destrucción a su paso, por lo cual la "teoría de cien años" no suena tan descabellada, ya sea una curiosa coincidencia o tal vez hay algo más allá de nuestra comprensión que provoca ciertos sucesos extrañamente similares, concluyendo de la misma manera, por el hartazgo y no por la desaparición de la enfermedad.

La viruela del mono que mayormente se presentaba de manera endémica en una región de áfrica, extrañamente comenzó a extenderse rápidamente por varios países, de nueva cuenta Europa es el principal afectado de esta nueva ola de contagios, y casi a la par le sigue Estados Unidos, países cuya migración (llamémosle así) africana está muy presente. España y Reino Unido elevan los casos, por fortuna el virus tiene una letalidad inferior, pero lamentablemente suele ser muy contagiosa por contacto íntimo, más predominante en hombres homosexuales y bisexuales, por lo cual el estigma de la enfermedad comienza a tener en foco a la comunidad LGBTQ+.