Primer pulso

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La historia es mía pero los personajes y todo lo que conlleva a ellos son obre de Brian K. Vaughan..

En todas las historias tiene que a ver drama, eso es de ley, pero estoy algo agotada de que el drama duré más de lo que duran los personajes en una relación, así que de mi parte vamos a intentar tener más amor que drama. A veces lo necesitamos más y sobre todo en estos tiempos. Gracias por leerme y darme el beneficio de la duda.. 



Después de un primer día algo un poco raro debo admitir, por fin estoy en casa, las chicas me habían invitado a ir con ellas a la casa de KJ, pero tuve que desechar rápido esa invitación, no es que no haya querido ir, moría por hacerlo, pero había dos cosas, la primera era que tenía que avisar aunque sea a Alice sobre mi ausencia lo cual me llevaría a un enorme interrogatorio para saber acerca de las chicas e inclusive podría llevarme un regaño por no haberla esperado para regresar a casa, les recuerdo que ella trabaja como asistente de cocina en la preparatoria, se miraba tan entusiasmada pasando sus almuerzos a los jóvenes ricachones que cuando llego mi turno ni si quiera lo notó, así que simplemente me fui de largo y ya no supe de ella en todo el resto del día. La segunda era que me daba algo de pena ¿saben? Ni si quiera nos conocemos como tal para llegar y plantarme ahí a escuchar sus chismes o lo que sea de lo que tuvieran que hablar, era algo imprudente además y no quería comenzar con esas cosas sin ni si quiera haberles agradado del todo a las chicas, además ellas conocen a los papás de KJ y al revés, yo sería la nueva extraña que tendría que decir todo sobre ella para ver si los padres me aprobaban y créanme que no soy del agrado de todos los padres, en especial los que tienen sus bolsillos agrandado con muchos billetes verdes.

En pocas palabras, no conocía absolutamente nada de ellas y ni ellas de mí y por el momento así estaba bien, no es que lo fuera a ocultar, sobre todo con mi madrastra trabajando en la escuela, pero necesitaba estar preparada para ello, verán, me es difícil explayarme con las personas cuando se trata de mi vida, podremos hablar sin parar, pero de cualquier otro tema que no fueran preguntas que a la larga incomodaban, tanto para mí como para el que preguntaba.

-Mackenzie Coyle, finalmente que te veo y eso que estábamos en el mismo lugar- y ahí estaba, justo lo que les decía, se encuentra algo molesta no tanto, pero si muestra una seriedad cuando suelta esas palabras sujetando su cintura y lanzándome esa mirada fija que detesto porque no significa nada bueno.

-Culpa mía no fue, me diste mi almuerzo y solo sonreíste y gritaste ¡siguiente! -

- ¿Por qué es que no recuerdo eso? -

-Porque la emoción no te podía- Alice dejo escapar finalmente una sonrisa tocando mientras se acercaba a la más pequeña y la abrazaba dulcemente, Mac solo fingía molestia, pero en su rostro se posaba una sonrisa totalmente genuina, demostrar sus sentimientos era algo complicado, pero eso no la privaba de disfrutarlos.

- ¿Qué tal el primer día? - sujetando su mejilla preguntaba sin apartar la mirada de los profundos ojos azules de la más joven.

­-Pff, pocas palabras, conocí tres chicas que hablan como si fuera una competencia, al tío majo capitán de soccer, y los chismes de pasillos son los típicos y no lo que pensaba en realidad- Alice frunció el ceño antes de volver a preguntar.

- ¿Y qué hay de la chica que te enseño la escuela, parecía muy dulce? - Mac necesitaba urgentemente esconder su rostro porque sin poder evitarlo de solo pensar en ella sus mejillas enrojecieron y secaron sus palabras.

-Amable, si, juega Hockey y hum, sus amigas son.. son geniales- apretar los dientes después de seguir susurrando lo genial que eran puso a Alice sobre alerta, pero no quería apresurar el carril, así que solamente la volvió abrazar recibiendo esta vez la devolución del abrazo.

Cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora